Los trasplantes de corazón salvan incontables vidas, pero son un procedimiento muy complejo que depende de la disponibilidad de donantes y de fármacos que permitan al paciente superar el rechazo. Todo eso podría cambiar muy pronto gracias a un avance que abre las puertas a cultivar en laboratorio corazones idénticos a los del paciente.
Es, de hecho, la primera vez que se logra cultivar tejido cardíaco funcional a partir de células madre pluripotentes inducidas (iPS por sus siglas en inglés). El procedimiento aún requiere un corazón, pero permitirá evitar completamente los problemas de rechazo. La técnica implica descelularizar un órgano y sustituir sus tejidos por otros cultivados a partir de iSP.
El estudio ha utilizado 73 corazones cuyo uso se ha autorizado expresamente para el estudio. Después de convertir celulas iSP en más de 500 millones de células cardíacas o cardiomiocitos, estas se han implantado en los corazones ya descelularizados. Al cabo de unos días, las estructuras han comenzado a formar tejido cardíaco que se contrae de manera refleja como el de un corazón funcional.
Aún quedan unos años de trabajo hasta que la técnica esté lista para crear corazones completamente funcionales, pero de momento ya sirve para algo muy útil: parches cardíacos que puedan sustituir áreas de tejido dañadas por un infarto. Jacques Guyette, del Centro de Medicina Regenerativa del Hospital General de Massachusetts y uno de los principales autores del estudio explica:
Regenerar un órgano completo es un objetivo a largo plazo para el que aún quedan unos años. Actualmente estamos trabajando en crear un parche miocárdico funcional que permitirá reemplazar el tejido dañado durante un ataque al corazón o un fallo cardíaco.