En el laboratorio de Jef Boeke se siente un olor que parece fuera de lugar, como si estuviesen horneando pan. Pero él y sus colegas están cocinando otra cosa: levadura que se procesa con trozos de ADN hecho por el hombre.Desde hace tiempo, los científicos pueden hacer modificaciones específicas al código del ADN. Pero ahora están yendo más allá, y produciendo nuevas formas de vida desde cero.
Boeke, investigador de la Universidad de Nueva York, dirige un equipo internacional que incluye 11 laboratorios en cuatro continentes y procura “reescribir” el genoma de la levadura, siguiendo un plan muy detallado que publicaron en marzo.
Su trabajo es parte de un proyecto más ambicioso y polémico cuyo objetivo es crear códigos de ADN para ser insertados en células vivas para alterar su funcionamiento o incluso usarlas para curar enfermedades. Algún día podría ayudar a los científicos a crear organismos totalmente nuevos, una perspectiva inquietante para muchos.
El genoma es la totalidad del código genético de todo organismo vivo. Si se puede generarlo de cero, indicó Boeke, “se puede crear algo totalmente nuevo”.
La investigación podría revelar las reglas básicas, ocultas, que gobiernan la estructura y el funcionamiento de los genomas. Pero al mismo tiempo se abre la puerta a formas de vida con características nuevas y útiles, como mejores células de microbios o de mamíferos que puedan generar más medicinas o nuevas vacunas. También se podrían producir mejores biocombustibles, según Boeke.
Algunos científicos sueñan con generar árboles que purifiquen las fuentes de agua y plantas que detecten explosivos en los aeropuertos y los centros comerciales.
“Rediseño humano”
En el horizonte asoma también la capacidad de rediseñar el ADN humano. Los científicos destacan que ello no implica alterar genéticamente a la gente. Dicen que el ADN sintético puede ser incorporado a las células para que produzcan mejores proteínas farmacéuticas, por ejemplo, o células madre que generen fuentes más seguras de tejidos y órganos producidos en laboratorios para ser trasplantados a pacientes.
La idea de rehacer el ADN humano resulta inquietante para muchos, y los científicos planean asesorarse con expertos en cuestiones éticas y tantear las actitudes de la gente antes de intentarlo.
“Sabemos que esto va a generar mucho debate”, dijo Boeke.
Para otros, la manipulación del ADN es directamente alarmante. A Laurie Zoloth, especialista en bioética de la Universidad del Noroeste, le preocupa la posibilidad de que se produzcan organismos “con propiedades que no conocemos del todo”. Estos trabajos, por otro lado, molestarán a quienes creen que crear formas de vida de cero dará a los humanos un poder desmedido e injustificado, señaló.
“Esto es más que un proyecto científico”, afirmó Zoloth en un correo electrónico. “Es una propuesta ética, moral y teológica de grandes proporciones”.
Ya se usa ADN modificado en virus y bacterias. Científicos australianos anunciaron recientemente que crearon un genoma como el virus del zika en un laboratorio, que permitirá comprender mejor el virus y buscar nuevos tratamientos.
En la Universidad de Harvard, Jeffrey Way y Pamela Silver tratan de producir una cepa inofensiva de salmonella para usar como vacuna contra las intoxicaciones con salmonella, E. coli y una enfermedad que causa diarrea llamada shigella.
Uno de los principales objetivos es evitar que la cepa cause daños al recoger ADN de otras bacterias. Esto requeriría cambiar el genoma en 30 mil sitios.
“La única forma práctica de hacerlo”, indicó Ways, “es sintetizarlo de cero”.
La generación de levadura es el paso más avanzado que se ha dado hasta ahora. El genoma es más grande y más complejo que los códigos de virus y bacterias alterados hasta ahora.
Pero rediseñar el genoma de la levadura es una tarea monumental.
Es como una cadena de 12 millones de eslabones químicos, conocidos por las letras A, T, C y G. Su tamaño es menos de un centésimo del genoma humano, que tiene 3 mil 200 millones de eslabones. Pero de todos modos es una empresa tan grande que laboratorios de Estados Unidos, Australia, China, Singapur y el Reino Unido se están repartiendo el trabajo. Para cuando se complete la creación de un nuevo genoma de la levadura, los investigadores habrán incorporado, eliminado o alterado alrededor de un millón de letras del ADN.
Ya se ha creado aproximadamente una tercera parte del genoma de la levadura. Boeke espera que el trabajo se complete para fin de año, pero luego habrá que hacer ajustes y resolver problemas antes de combinar todo en un genoma sintético completo.
Fuente: AP