La innovación tiene una tasa de éxito arriba de 95 por ciento, superior a la de una buena parte de las prótesis comerciales.
Dirigido a pacientes que no pueden acceder a prótesis craneales debido a su alto costo, egresados de la Facultad de Química de la UNAM desarrollaron un material útil para la sustitución de hueso en operaciones que permite reparar daños en cráneo y otras regiones óseas. La innovación es moldeable y el organismo lo asimila fácilmente, se adhiere al tejido óseo. Además sus propiedades físicas son similares al hueso y su costo es accesible.
Se trata de Masi-Epoxi®, una tecnología creada con sales minerales con un componente de calcio y un polímero epóxico que una vez endurecido se vuelve resistente y firme similar al hueso; éste se aplica principalmente en craneoplastías, intervención quirúrgica donde se reparan defectos craneales.
El químico y gerente del proyecto emprendedor Epóxicos para la Salud, Francisco Solís Aguirre, detalló que entre las ventajas del material innovador también figura el bajo costo de la operación quirúrgica. “Al aplicarse es moldeable y no cambia de temperatura, evitando abrasión a los tejidos circundantes, no se deforma ni afloja con el tiempo, lo cual brinda durabilidad de por vida. Tenemos registro de personas que desde los años 90 se les colocó y la tienen intacta”.
En otras palabras, describió que durante la craneoplastía los cirujanos “remueven el cuero cabelludo, lo arremangan y queda expuesto el hueso. En las cavidades donde falten porciones óseas, se observa la dura madre que es la membrana que recubre y protege la masa encefálica. Entonces se va colocando la Masi-Epoxi® y se va moldeando de tal forma que una parte quede sobre el hueso y el resto cubra totalmente el hueco”.
En este proceso de aplicación el médico tiene hasta 40 minutos para moldear, después de 12 horas el material innovador adquiere dureza similar al hueso natural, por lo que no dificulta los estudios de seguimiento, de radiología y resonancia.
Casos de éxito Puma
Tras 20 años de la creación, la innovación se ha colocado en más de 500 pacientes con craneoplastías, en 32 personas con reconstrucción y fijación de vértebras, además en siete cierres de fístula de líquido cefalorraquídeo y seis cirugías transesfenoidales.
Solís Aguirre, egresado de la máxima casa de estudios, describió que la innovación tiene una tasa de éxito arriba de 95 por ciento, superior a la de una buena parte de las prótesis comerciales.
Con un costo no mayor a los cuatro mil pesos, Masi-Epoxi® está hecha para cubrir una superficie de diez centímetros cuadrados; sin embargo se ha incrementado el tamaño logrando reemplazar toda la tapa del cráneo.
Los beneficios del material innovador provienen del doctor Luis Delgado Reyes, quien formuló Masi-Epoxi® con el fin de abaratar el costo de las prótesis craneales. Años después, Karina Ramírez Luna y Luis Delgado Guerrero, hijo del desarrollador, decidieron emprender con el material innovador a través del Sistema de Incubadora de Empresas InnovaUNAM.
“Fue en 2010, de hecho forman parte de la segunda generación de incubandos. Fue un proceso muy ilustrativo porque nos dio las herramientas básicas para poder estructurar la empresa; además nos permitió generar contacto con personas e instituciones que nos ayudaron a que a finales de este 2016 tengamos la patente”, enfatizó Solís Aguirre.
Actualmente la innovación está probada y se utiliza en el Hospital Juárez; sin embargo, aún requieren el certificado de buenas prácticas de manufactura y registro sanitario para su libre venta en México.
“Ofrecemos una alternativa de fabricación mexicana, fácil de conseguir y a bajo costo a comparación de lo que ya existe en el mercado. A veces aunque no tengas respaldo de alguna institución, no hay que ‘tirar la toalla’, hay que seguir en el camino para que salgan las ideas y beneficien a la población”, finalizó Francisco Solís Aguirre.
Noviembre 2016
Fuente : WebAdictos