El tereftalato de polietileno, más conocido por sus siglas en ingles PET, es uno de los plásticos más comunes. Apenas lleva 70 años entre nosotros (se fabricó por primera vez en 1941), pero ha sido tiempo más que suficiente para que una bactería haya encontrado la manera de comérselo.
El hallazgo ha sido obra de un equipo de Científicos Japoneses que ha encontrado la bacteria mientras investigaba aguas residuales. El microorganismo es totalmente inédito, y ha recibido el nombre de Ideonella sakaiensis. Lo sorprendente de esta criatura es que ha tenido que evolucionar a partir de alguna especie de bacteria y lo ha hecho muy, muy rápido. Teniendo en cuenta que el PET se ideó hace 70 años, probablemente haya tardado solo unas décadas en descubrir y aprender a comer plástico.
La Ideonella se alimenta exclusivamente de PET. La bacteria se adhiere a las superficies de plástico y se las come poco a poco mediante dos enzimas digestivas que rompen los enlaces del plástico y lo convierten en ácido tereftálico y etilenglicol. Ambas sustancias son las que sirven de alimento final al microorganismo.
Hace cuatro años se descubrió un hongo amazónico que también degrada el plástico, pero la Ideonella tiene un interés especial para el ser humano porque podría ser la solución para eliminar todo el PET no biodegradable que contamina el planeta. El problema actual es que actualmente la bacteria es demasiado ineficaz para acabar con grandes cantidades de plástico porque es muy lenta reproduciéndose. Los investigadores estudian la posibilidad de modificar sus genes para convertirla en la herramienta definitiva para luchar contra la contaminación por plásticos.