El carbono orgánico total es una de las diversas medidas (o índices) que ayudan a determinar la cantidad de material disponible como materia prima para la química prebiótica y, potencialmente, para la biología.
Unos científicos, valiéndose de datos recolectados por el rover robótico Curiosity de la NASA han medido por primera vez el carbono orgánico total en rocas marcianas. Y el resultado es que en esas rocas hay al menos entre 200 y 273 partes por millón de carbono orgánico. Esta proporción es igual o mayor que la que tienen rocas de lugares con muy escasa vida en la Tierra, como algunas zonas del desierto de Atacama en Sudamérica. Esa proporción de carbono orgánico total en las rocas marcianas analizadas es superior a la que tienen los meteoritos de Marte examinados hasta ahora.
El hallazgo es obra del equipo de Jennifer Stern del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos.
Carbono orgánico es, por ejemplo, el que en su molécula posee un átomo de hidrógeno. El carbono orgánico es la base de las moléculas orgánicas, que son creadas y utilizadas por todas las formas de vida conocidas. Sin embargo, la presencia de carbono orgánico en Marte no demuestra la existencia de vida allí, ya que también puede proceder de fuentes no biológicas, como meteoritos y volcanes, o formarse en el lugar por reacciones en la superficie.
Ya se había encontrado carbono orgánico en Marte, pero las mediciones anteriores solo daban información acerca de compuestos concretos, o representaban mediciones que captaban solo una parte del carbono de las rocas. La nueva medición proporciona la cantidad total de carbono orgánico en estas rocas.
Aunque la superficie de Marte es ahora inhóspita para la vida, hay pruebas de que hace miles de millones de años el clima era más parecido al de la Tierra, con una atmósfera más densa y agua líquida que fluía en ríos y mares. A la presencia de esa agua líquida, ingrediente necesario para la vida tal y como la entendemos, se le une ahora la del carbono orgánico en cantidades lo bastante abundantes.
El robot Curiosity, que circula por suelo marciano desde 2012, está ayudando a lograr grandes avances en el campo de la astrobiología al investigar la habitabilidad de Marte.
Las rocas en las cuales el Curiosity hizo perforaciones para extraer muestras internas se formaron hace unos 3.500 millones de años de antigüedad. En el sitio en el que están, la formación Yellowknife Bay del cráter Gale, hubo un lago en su día.
Esas rocas se formaron a partir de sedimentos muy finos (procedentes de la meteorización física y química de las rocas volcánicas) que se depositaron en el fondo del lago y quedaron sepultados. El carbono orgánico formaba parte de este material y se incorporó a las rocas. Además de agua líquida y carbono orgánico, el cráter Gale tenía otras condiciones propicias para la vida, como fuentes de energía química, baja acidez y otros elementos químicos esenciales para la biología, como oxígeno, nitrógeno y azufre. Básicamente, esta ubicación debió ofrecer un entorno habitable para la vida.
El experimento se llevó a cabo en 2014, pero requirió años de análisis para interpretar los datos y para poner los resultados en contexto con respecto a otros descubrimientos hechos mediante el Curiosity en el cráter Gale.
Los resultados finales del experimento han sido publicados el 27 de junio de 2022 en la revista académica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Fuente:
M. (s. f.-h). Disponibilidad biológica de carbono sorprendentemente grande en Marte | madrimasd. Madridmasd. Recuperado 28 de junio de 2022, de http://www.madrimasd.org/notiweb/noticias/disponibilidad-biologica-carbono-sorprendentemente-grande-en-marte