Según un estudio que publica la revista Nature Communications, las olas de calor que provoca el calentamiento global están causando daños indiscutibles en el esperma de los insectos. Con consecuencias negativas que se perpetúan a lo largo de varias generaciones.
Tan grave es el asunto que podría explicar por qué la biodiversidad se resiente tanto cuando las temperaturas suben. Y también por qué en los últimos años se han producido extinciones relacionadas con cambios en el clima. Al fin y al cabo, si el esperma degenera la capacidad reproductiva de las especies se va a pique. Con todo lo que eso supone.
“Las olas de calor son eventos meteorológicos extremos especialmente dañinos”, dice Matt Gage, al frente de la investigación. “Cuando las temperaturas locales son muy intensas, se producen extinciones locales, y queríamos explicar por qué”, añade. “Una respuesta podría ser: por el esperma”.
Para demostrarlo, Gage y sus colegas se centraron en el escarabajo rojo de la harina (Tribolium castaneum). Durante 5 días consecutivos lo sometieron a temperaturas de 5ºC a 7ºC más altas de lo habitual, simulando una típica ola de calor. Las consecuencias fueron inmediatas (y desastrosas): la descendencia que eran capaces de producir se redujo a la mitad.
Si no contentos con eso, también los exponían a una segunda ola de calor -con diez días de separación entre ambas-, los escarabajos quedaban prácticamente estériles. Y su descendencia bajaba hasta un ridículo 1%. Un cambio drástico.
Para colmo, los escasos hijos que tenían vivían menos tiempo. A lo que se suma que la infertilidad se transmitía de padres a hijos. Incluso aunque los hijos no sufrieran directamente olas de calor.
¿Y las hembras?, podrías preguntar. Pues el calor no les afectaba directamente. Pero si habían sido inseminadas previamente, el esperma que tenían dentro de su tracto reproductor también se deterioraba. Y no llegaba a producirse la fecundación. Un daño indirecto pero igual de importante, dice Gage.
Si crees que lo de los escarabajos es anecdótico, te equivocas. “Los escarabajos representan un cuarto de la biodiversidad, por lo que estos resultados son vitales para entender cómo reaccionan las especies al cambio climático”, subrayan los científicos.
Como, además, hay datos de que el calor puede reducir la capacidad reproductiva de los machos en especies de sangre caliente, incluidos los mamíferos, los científicos aseguran que la situación tampoco pinta demasiado bien para nosotros.
Fuente: Tecnoxplora