Luego de la anestesia profunda, el cerebro se «reinicia» gradualmente: pasadas tres horas, el funcionamiento cognitivo ya es casi idéntico al habitual. La capacidad para resolver problemas abstractos es la primera función cerebral que se recupera.
Al transcurrir tres horas de la anestesia profunda, el ser humano recobra sus funciones cognitivas prácticamente al mismo nivel que una persona que no ha pasado por este proceso, según un nuevo estudio realizado por investigadores de las universidad de Michigan, Pensilvania y Washington.
De acuerdo a una nota de prensa, el «reinicio» cerebral es gradual: en primer término se recupera la capacidad de resolución de problemas abstractos, y posteriormente otras funciones como el tiempo de reacción y la atención. Los científicos llegaron a esta conclusión luego de un estudio que incluyó a 30 adultos sanos.
La investigación estadounidense permitirá estudiar en mayor profundidad los patrones de la consciencia reemergente y la función cognitiva después de la anestesia general. El trabajo ha sido publicado recientemente en la revista eLife, y podría aportar nuevas claves para entender la forma en que el cerebro se recupera después de una «desconexión» momentánea.
Aunque la anestesia general profunda es un procedimiento médico que ya se considera habitual y que permite realizar intervenciones quirúrgicas que de otra forma serían imposibles de concretar, los mecanismos que marcan la recuperación de la consciencia y de las funciones cognitivas en el cerebro luego de este proceso son todavía un misterio en muchos aspectos.
Misterios a resolver
¿Qué sucede durante ese profundo sueño inducido? ¿Cómo regresa súbitamente la consciencia y se van recuperando las habilidades cognitivas? Resolver estos enigmas no solamente será útil para entender los mecanismos ligados a la anestesia profunda, sino también otros fenómenos similares como los que se producen durante el estado de coma o, incluso, mientras soñamos de forma cotidiana.
Cuando se aplica anestesia general profunda, básicamente se consigue «desconectar» nuestra consciencia gracias a la acción de diferentes fármacos. De esta manera, no sentimos dolor ni reaccionamos a estímulos directos. Sin embargo, a diferencia de los trastornos neurológicos que pueden conducir al estado de coma, la situación creada por la anestesia profunda es reversible y controlable.
El experimento y los resultados
En el nuevo estudio, los científicos realizaron un experimento aplicando anestesia general profunda a 30 adultos sin problemas previos de salud. Utilizaron los anestésicos propofol e isoflurano y mantuvieron la situación a lo largo de tres horas. Analizaron la actividad cerebral a través de imágenes de electroencefalografía (EEG), además de someter a los participantes a pruebas cognitivas antes y después del experimento.
Entre los principales descubrimientos, encontraron que la capacidad de resolución de problemas abstractos era la primera función que recuperaban las personas afectadas por la anestesia. Esta habilidad está controlada por la corteza prefrontal, que sería en consecuencia una de las primeras áreas del cerebro en «encenderse» luego del letargo anestésico.
Los especialistas creen que existe una razón evolutiva: este tipo de habilidades es crucial para entender una situación concreta y poder planificar rápidamente acciones en torno a ella con el objetivo de superarla, una cuestión vital cuando alguien despierta en medio de un contexto de amenaza o peligro.
Un mecanismo gradual
Más allá de haber recuperado gran parte de las funciones cognitivas luego de las tres horas de anestesia, los investigadores verificaron que el proceso es gradual: las regiones frontales del cerebro son las primeras que se activan durante la recuperación. Luego de la abstracción, funciones como la velocidad de reacción o el nivel de atención también retoman su expresión habitual.
En definitiva, los científicos concluyeron que estos hallazgos no solamente sirven para caracterizar el proceso de recuperación luego de la anestesia general profunda, sino también para comenzar a desvelar los misterios en torno a las bases neuronales que estarían relacionadas con los estados de consciencia e inconsciencia.
Fuente: tendencias21.levante-emv.com