Los insectos, fauna que representa el 75% de la biodiversidad, prestan grandes servicios ambientales aunque su labor sea apenas perceptible al ojo humano, como las hormigas, cuya presencia advertimos al descubrir hileras vibrantes sobre las ramas o en el suelo, transportando semillas, hojas, néctar, hongos o insectos.
Algunas habitan en los árboles, otras a ras de suelo, y la mayoría ingresa a las entrañas de la tierra por un túnel vertical con galerías perpendiculares donde conservan sus alimentos o asignan zonas de descanso y de desechos. Cada cual desempeña una misión biológica: soldado u obrera, macho fecundador o reina.
Desde siempre han sido estudiadas por su bien definida organización jerárquica y por su capacidad de comunicarse a través de las feromonas que van dejando a su paso, las que perciben otras por medio de sus delgadas antenas ante situaciones de alerta o como marcaje de ruta para encontrar alimento.
Junto con avispas y abejas, las hormigas constituyen la familia Hymenoptera, que es la más grande de los insectos, pero se sabe de hasta 15 mil especies de ellas en el planeta.
Estos pequeños insectos de alta sociabilidad y organización juegan un importante y diverso papel. Sus interacciones con las plantas pueden ser neutrales, es decir, sin beneficio ni daño; antagónicas, si defolian en corto tiempo las ramas o si arrastran néctar y polen, y mutualista, en procesos de polinización y dispersión de semillas.
Las que viven en troncos huecos o entre espinas encuentran en las plantas alimento rico en proteínas, carbohidratos y néctar, y a su vez representan para la planta una defensa natural contra los herbívoros.
Otras hormigas también llevan materia orgánica a las ramas de los árboles, lo que propicia la formación de “jardines de hormigas”, en los cuales otro tipo de fauna halla sustento.
Existen plantas que secretan néctar de forma extrafloral por hojas, peciolos o tallos, lo que no atrae a los polinizadores pero sí a algunas hormigas que defienden las hojas y se convierten así en defensa contra los insectos herbívoros.
Estudiar estas especies lleva de sorpresa en sorpresa por su capacidad de aprender, adaptarse y generar estrategias de conservación incluso ante inundaciones o sobrecalentamiento.
Los ejércitos de hormigas existen sobre todo en las regiones tropicales, especialmente en los bosques templados, pero en todos los ecosistemas, excepto las zonas árticas, donde no existen, desempeñan un papel ecológico relevante.
Fuente: Green Screen
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