Un estudio histórico de investigadores en Australia ha establecido los primeros vínculos significativos entre la obesidad infantil y la capacidad cognitiva en la mediana edad, y los autores sugieren que esta relación puede tener vínculos con el riesgo de demencia. La investigación siguió a los sujetos durante un período de 30 años y descubrió que un mayor nivel de rendimiento físico en la niñez se correlacionaba con una mejor cognición en la mediana edad y, por extensión, apunta a intervenciones en el estilo de vida que pueden ayudar a proteger contra la demencia desde una edad temprana.
La investigación fue dirigida por científicos de la Universidad Monash de Melbourne e involucró a más de 1200 sujetos. En 1985, cuando los participantes tenían entre siete y 15 años, los investigadores evaluaron sus niveles de condición física mediante mediciones del rendimiento cardiorrespiratorio, la potencia y resistencia muscular y la relación cintura-cadera.
Se realizó otra ronda de evaluaciones entre 2017 y 2019, cuando los sujetos tenían entre 39 y 50 años, esta vez con un enfoque en la capacidad cognitiva. Esto involucró pruebas computarizadas de atención, memoria y cognición global, lo que permitió a los científicos descubrir algunas ideas fascinantes.
Los científicos descubrieron que aquellos con los niveles más altos de aptitud cardiorrespiratoria, rendimiento muscular y proporciones cintura-cadera más bajas allá por 1985, cuando eran niños, tenían una función cognitiva más alta cuando alcanzaban la mediana edad. Según el equipo, esto constituye la primera demostración de tal vínculo y alimenta nuestra creciente comprensión de la demencia de inicio temprano y el deterioro cognitivo en la vejez.
La investigación está comenzando a desarrollarse sobre cómo los cambios en los comportamientos cognitivos pueden actuar como señales de advertencia tempranas para la demencia, con estudios que descubren signos reveladores en todo, desde el comportamiento al volante y los hábitos de siesta durante el día , hasta nuestra susceptibilidad a la depresión . Los estudios también han demostrado cómo esta disminución relacionada con la edad podría rastrearse a través de marcadores biológicos , incluidos los recuentos de glóbulos rojos y los cambios en el microbioma intestinal .
A la luz de esta creciente comprensión de la relación entre la cognición de la mediana edad y la demencia, los autores de este nuevo estudio sugieren que los hallazgos sugieren intervenciones en el estilo de vida desde una edad temprana que pueden proteger contra el deterioro cognitivo y el riesgo de enfermedades más adelante en la vida (además de los otros beneficios para la salud de estilos de vida activos).
“Desarrollar estrategias que mejoren el bajo estado físico y disminuyan los niveles de obesidad en la infancia es importante porque podría contribuir a mejorar el rendimiento cognitivo en la mediana edad”, dijo el autor del estudio, el profesor asociado Callisaya. “Es importante destacar que el estudio también indica que las estrategias de protección contra el futuro deterioro cognitivo pueden necesitar comenzar desde la primera infancia, para que el cerebro pueda desarrollar suficiente reserva contra el desarrollo de condiciones como la demencia en la vejez”.
Fuente:
Lavars, N. (2022, 17 junio). World-first study links childhood obesity to lower cognition in midlife. New Atlas. Recuperado 17 de junio de 2022, de https://newatlas.com/medical/world-first-study-childhood-obesity-lower-cognition-midlife/