Científicos publican en la revista Science el primer “retrato robot” del virus zika.
El trabajo allana el camino al desarrollo de terapias y vacunas contra esta enfermedad.
Francis Galton es considerado un tipo peculiar en la historia de la psicología. En pleno siglo XIX, el investigador decidió elaborar un mapa de la belleza en Reino Unido. Entre sus extravagantes trabajos, también destaca la estimación del tamaño ideal de una cuerda para ahorcar a prisioneros o la medición del nivel de aburrimiento provocado por un conferenciante, aunque saltara a la fama por ser el ideólogo de la eugenesia. Galton es conocido además por haber fundado uno de los primeros laboratorios de antropometría. Su trabajo anticipó la técnica del “retrato robot”, que nos permite conocer el rostro de un criminal a partir de unas pinceladas sobre su apariencia física.
Revelar la estructura del virus zika allana el camino en la investigación de vacunas y tratamientos.
En biología, conocer cómo es un organismo es igual de importante que en la investigación criminológica. Y ante uno de los problemas sanitarios más importantes de los últimos meses, la infección por zika, la ciencia ha logrado por primera vez realizar el “retrato robot” del virus que la provoca. Investigadores de la Universidad Purdue, apoyados por los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, han conseguido captar la primera fotografía del virus zika, allanando el camino para el desarrollo de vacunas y medicamentos contra esta enfermedad.
Un mapa para saber cómo bloquear al virus
El virus zika, que afecta principalmente a América Latina, está asociado con malformaciones congénitas como las microcefalias que han aparecido en recién nacidos en Brasil y Colombia. Sin embargo, los síntomas de la infección son generalmente leves, a pesar de los problemas observados en los bebés. En la mayor parte de ocasiones, la enfermedad se confunde con el dengue, un síndrome que también es provocado por la picadura de un mosquito infectado. Conocer qué diferencias y semejanzas hay entre estos dos trastornos y, especialmente, discernir la estructura del virus zika es clave para combatir la enfermedad.
El trabajo revela que zika es un virus similar a los que provocan enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla.
Eso es precisamente lo que ha logrado el equipo de Michael G. Rossmann y Richard J. Kuhn, dos de los investigadores más importantes en la determinación de estructuras o “retratos robot” de virus como el zika. El trabajo, publicado en la revistaScience, ha conseguido captar por primera vez la “fotografía” de este tipo de flavivirus, perteneciente a la misma familia que los virus que producen el dengue o la fiebre amarilla. La estructura a 3,8 Å permite contar con un mapa casi a nivel atómico del virus zika, que confirma su semejanza con otros virus parecidos. “Cualquier región dentro de la estructura única del virus zika puede explicar las diferencias sobre cómo el virus se transmite o cómo se manifiesta la enfermedad”, explica Kuhn.
El científico señala además que “la estructura del virus ofrece un mapa que muestra regiones potenciales que podrían servir como diana para un tratamiento, crear una vacuna efectiva o mejorar nuestras capacidades para diagnosticar y distinguir la infección de zika de otras enfermedades víricas”. La fuerte similitud de zika con otros virus, de acuerdo a los investigadores, puedeacelerar el desarrollo de vacunas o terapias. Sin embargo, existen diferencias sutiles que pueden explicar, por ejemplo, la invasión e infección del sistema nervioso, un problema que se relaciona con la aparición de malformaciones como las microcefalias o de trastornos neurológicos como el síndrome de Guillain-Barré.
Este primer mapa también distingue una posible “diana” para el diseño de fármacos o vacunas contra zika.
El trabajo en Science ha logrado caracterizar una zona del virus zika que se distinguiría de otros flavivirus. Esta región de diez aminoácidos, que se encuentran en cada una de las 180 glicoproteínas que forman parte de la envoltura del virus, podría funcionar como posible unión al receptor de las células nerviosas. Fuentes consultadas por Hipertextual destacan su importancia, ya que conociendo esta parte de la estructura se pueden diseñar terapias que bloqueen al virus o servir para desarrollar vacunas. Estas regiones, según las mismas fuentes, diferencian a unos flavivirus de otros. El primer “retrato robot” del virus zika ha sido posible gracias al uso de la criomicroscopía electrónica, la técnica considerada como el “avance del año” según Nature Methods y que ya consiguió “fotografiar” al sistema CRISPR-Cas9 de edición genómica.
Fuente:Hipertextual