Con desperdicios de comida y bebidas gaseosas, es posible crear la base para crear LEDs sustentables.
La tecnología LED ha ido creciendo a pasos agigantados. Los LEDS, o diodos emisores de luz, se usan en focos para iluminación, luces decorativas y hasta televisores. Sus ventajas son muchas con respecto a los focos incandescentes, empezando por su ahorro energético. Pero tienen algunos problemas, como que después de su vida útil, tienen componentes que son tóxicos para el medio ambiente.
Es así que llega esta investigación publicada por la Universidad de Utah, en donde dos investigadores han encontrado la forma de crear LEDs con desperdicio de comida y bedidas, mejorando considerablemente los elementos que quedan cuando es momento de tirarlos, al ser mucho menos contaminantes.
Los LEDs se fabrican por medio de quantom dots, o puntos cuánticos, además de cristales diminutos, para producir la luz que todos conocemos. Sin embargo también se ha encontrado que se pueden crear usando puntos de carbono. Y es ahí donde entran los desperedicios de comida.
Los dos investigadores, el Profesor Michael Free, y el asistente en investigación en ingeniería metalúrgica, Prashant Sarswat, han logrado convertir pedazos de tortilla, en puntos de carbono, que eventualmente se transforman en LEDs. En estas investigaciones también se usaron piezas de pan y bebidas gaseosas sin alcohol.
Este trabajo sigue en fase de experimentación, pero podría convertirse en una alternativa sustentable y no tóxica para la creación de LEDs. Eso, sin contar que es barata. Sarswat comentó:
“Con el desperdicio de comidas y bebidas que ya está aquí, nuestro material de arranque es mucho menos caro. De hecho, es esencialmente gratis.”
Así que ahí lo tienen. La próxima vez que vayan a tirar las sobras de su desayuno, piénselo dos veces: podría tratarse del siguiente foco LED que ilumine su cuarto.