Actualmente, la NASA trabaja en resolver el desafío de crear soluciones con tecnología para alimentar de manera nutritiva y sostenible a los astronautas que se embarcan en misiones espaciales más largas y complejas.
Por ello, completó la segunda fase de su Deep Space Food Challenge, con los cinco equipos ganadores trabajando en tecnologías para prolongar la vida útil de los alimentos en el espacio. Las innovaciones incluyen:
- ingredientes a base de hongos
- proteínas de «aire delgado»
- biogranjas de ambiente controlado
«Las posibilidades presentadas en este desafío podrían ayudar a sostener a nuestros exploradores en futuras misiones e incluso tener el potencial de ayudar aquí en la tierra en áreas donde los alimentos son escasos o difíciles de producir», expresa Denise Morris, gerente del programa Centennial Challenges de la NASA.
Alimentación: fundamental para el éxito de la misión
Actualmente, la vida útil de los alimentos espaciales oscila entre nueve meses y cinco años. Si bien los alimentos más duraderos podrían, en papel, cubrir una misión a Marte, se necesitan mejores alimentos.
Un informe técnico de la NASA explica que la calidad de los alimentos espaciales y la nutrición se degradan a niveles inaceptables en dos o tres años con las tecnologías actuales de estabilización de alimentos.
En ese sentido, las futuras misiones de exploración requerirán un sistema alimentario que siga siendo seguro, aceptable y nutritivo durante cinco años de almacenamiento dentro de las limitaciones de recursos del vehículo», detalla el informe.
Nutrición espacial
Los investigadores están experimentando con nuevas formas de cultivar y preparar alimentos en el espacio. Su investigación se está utilizando para desarrollar nuevas tecnologías alimentarias que pueden usarse para mejorar la producción de alimentos y la seguridad en la Tierra.
Los científicos enviaron semillas de cultivos al espacio a principios de este año para someterlas a una ronda de análisis. El experimento ayudará a comprender si la radiación cósmica y las condiciones espaciales tienen un efecto beneficioso único en la mejora de los cultivos y podrían beneficiar a las personas en la Tierra.
En asociación con la Universidad de Maryland en los Estados Unidos y la Universidad de Estrasburgo en Francia, NASA Harvest y Planet Labs utilizaron imágenes satelitales para analizar los cultivos ucranianos desde arriba, rastreando sus cambios diarios.
La NASA comparte los datos y análisis recopilados con otros países que buscan ayuda para evaluar rápidamente los cambios dinámicos en los cultivos, anticipando potencialmente la interrupción de la cadena alimentaria, la escasez y las hambrunas.
En otros desarrollos, los microgreens llenos de antioxidantes han ganado popularidad como un alimento funcional que podría ayudar a contribuir a una dieta equilibrada para los astronautas.
Un estudio estadounidense reveló recientemente cómo estas pequeñas pero poderosas plantas podrían desbloquear los desafíos nutricionales en misiones espaciales a largo plazo.
Las propuestas de tecnología alimentaria espacial
Los equipos ganadores de la Fase 2 tuvieron la tarea de construir y demostrar prototipos a pequeña escala de sus tecnologías. Se les exigió que usaran recursos mínimos y crearan pocos desechos mientras producían alimentos seguros, saludables y apetitosos para los astronautas.
Por ejemplo, un participante desarrolló un sistema y un proceso para convertir el aire, el agua, la electricidad y la levadura en alimentos. La compañía actualmente produce vodka con su tecnología.
Otro equipo creó un sistema biorregenerativo modular para producir microgreens frescos, verduras, hongos e insectos. desarrolló un sistema para cultivar ingredientes a base de hongos. Esta tecnología se compara con una «versión de hongos y alimentos de una máquina de cápsulas de café», siendo compacta, automatizada y diseñada para los recursos mínimos disponibles en el espacio.
Finalmente, estas soluciones creativas ganadoras provienen de equipos formados por empresas, universidades y solucionadores individuales, mostrando cómo la NASA puede beneficiarse de la experiencia de todos para resolver desafíos cruciales.
Fuente: thefoodtech.com