Sometiendo a unos aminoácidos artificiales a condiciones extremas, unos investigadores buscan pistas sobre la bioquímica que se requeriría para sobrevivir en otros planetas. Están intentando identificar los aminoácidos (bloques de construcción que forman las proteínas y que son soporte de toda la vida en la Tierra) capaces de constituir de manera factible la base de seres vivos extraterrestres.
Los investigadores han analizado cómo una selección de 15 aminoácidos, algunos existentes aquí en la Tierra en organismos vivos y otros que no, soportan las condiciones extremas reinantes en otros planetas y lunas.
En una ubicación extraterrestre, las proteínas en un organismo no serían necesariamente las mismas que posee uno terrestre, de modo que podría utilizar aminoácidos conocidos por nosotros pero que la naturaleza no utiliza para elaborar proteínas en la Tierra. La meta principal de esta línea de investigación es ver si existen características estructurales de algunos aminoácidos que lleven a una mayor estabilidad en condiciones extraterrestres, y ver después cuáles podrían ser dichas características.
El equipo de Claire Mammoser, de la Universidad de Valparaíso en Indiana, Estados Unidos, somete a frascos de aminoácidos a situaciones extremas de temperatura, pH, radiación ultravioleta, radiación gamma y otras diseñadas para reproducir entornos existentes en Marte, Encélado (una luna de Saturno), y Europa (una luna de Júpiter), tres astros en los que se cree que podría haber vida simple. Haciendo un seguimiento de hasta qué punto cada aminoácido permanece intacto o se descompone bajo estas condiciones, el equipo busca patrones en la estabilidad de los aminoácidos con diversas características.
Encontrar tendencias en la estabilidad de los aminoácidos daría pistas sobre cuáles de ellos sería más factible encontrar fuera de la Tierra como piezas de seres vivos alienígenas.
Ahora que el equipo ha mejorado sus métodos en un grupo preliminar de aminoácidos, está empezando una nueva ronda de experimentos usando otros que han sido extraídos de meteoritos y aquellos que se han creado en experimentos sobre el origen de la vida que se remontan a la década de 1950. Esperan que la investigación ayude a precisar las características esenciales de los aminoácidos más indicados para sostener vida en otros mundos.
Fuente: Noticias de la Ciencia