Los astronautas podrían estar expuestos al 60% del límite de dosis de radiación recomendado durante un viaje de un año a Marte: seis meses hacia el Planeta Rojo y otros seis para volver.
Es la conclusión obtenida de los datos obtenidos del orbitador Trace Gas Orbiter (TGO) de ExoMars, misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y Roscosmos (Rusia). Se presentan esta semana en el Congreso Europeo de Ciencias Planetarias (EPSC), en Berlín, informa la ESA.
El TGO comenzó su misión científica en Marte en abril, y si bien su objetivo principal es proporcionar el inventario más detallado de gases atmosféricos marcianos hasta la fecha –incluidos los que podrían estar relacionados con procesos geológicos o biológicos activos–, su monitor de radiación ha ido recopilando datos desde su lanzamiento en 2016.
Mientras, el dosímetro Liulin-MO del Detector de Neutrones Epitermales de Resolución Fina (FREND) proporcionó datos sobre las dosis de radiación registradas durante el crucero interplanetario de seis meses del orbitador a Marte, y desde que la nave espacial alcanzó su órbita alrededor del planeta.
En la Tierra, un campo magnético fuerte y una atmósfera gruesa protegen a los humanos del incesante bombardeo de los rayos cósmicos galácticos, pero en el espacio, tienen el potencial de causar daños graves, incluyendo la enfermedad por radiación, un mayor riesgo de cáncer, efectos del sistema nervioso central y enfermedades degenerativas, razón por la cual la ESA está investigando formas de proteger mejor a los astronautas en misiones espaciales largas.
“Uno de los factores básicos en la planificación y el diseño de una misión tripulada de larga duración a Marte es la consideración del riesgo de radiación”, asegura Jordanka Semkova de la Academia de Ciencias de Bulgaria y principal científica del instrumento Liulin-MO.
Según indica Semkova, las dosis de radiación acumuladas por los astronautas en el espacio interplanetario serían “varios cientos de veces mayores que las dosis acumuladas por los humanos durante el mismo periodo en la Tierra”, así como “varias veces más que las dosis de astronautas y cosmonautas trabajando en la Estación Espacial Internacional”. Los resultados ahora revelados por el TGO de ExoMars muestran que el viaje en sí mismo proporcionaría “una exposición muy significativa para los astronautas a la radiación”.
Tormenta de polvo
La radiación no es el único peligro al que se enfrentan las misiones a Marte. Una tormenta de polvo global que cubrió el planeta a principios de este año provocó la suspensión de las operaciones del rover Opportunity de la NASA, que ha estado inoperativo durante más de tres meses.
Orbitando a 400 kilómetros por encima de la superficie, el sistema de imágenes de color y estéreo del TGO, CaSSIS, también se vio afectado, pues debido a que la superficie marciana estaba casi totalmente oscurecida por el polvo, la cámara se apagó durante gran parte del periodo de la tormenta.
Pese a ello, la ESA ha publicado una imagen de la tormenta de polvo en el que destaca un lado “positivo”: “Las observaciones oscurecidas por el polvo son en realidad bastante buenas para la calibración”, dice el investigador principal de la cámara, Nicolas Thomas, de la Universidad de Berna.
Según explica, la cámara tiene una pequeña cantidad de luz de cola y se han estado utilizando las imágenes de la tormenta de polvo para encontrar la fuente de la luz de la oscuridad y comenzar a derivar algoritmos para eliminarla.
CaSSIS comenzó de nuevo a producir imágenes desde el 20 de agosto. “Todavía tenemos algunas imágenes afectadas por la tormenta de polvo, pero está volviendo rápidamente a la normalidad y ya hemos tenido muchas imágenes de buena calidad desde principios de septiembre”, añade Nicolas.
De hecho, una imagen del 2 de septiembre, muestra llamativas vetas oscuras que podrían estar relacionadas con la tormenta en sí. Una posible interpretación es que estas características fueron producidas por los “demonios del polvo” (torbellinos) que removieron material de superficie suelta. La región, Ariadne Colles en el hemisferio sur de Marte, fue fotografiada por la cámara del Orbitador de Reconocimiento de Marte de la NASA en marzo, antes de la tormenta, y parecía haber poca evidencia de estas rayas.
“Mientras nuestros equipos de instrumentos trabajan arduamente para analizar los detalles del inventario de gases atmosféricos y preparan estos resultados para su publicación, estamos contentos de poder contribuir a las discusiones actuales sobre la tormenta de polvo y sobre cuestiones que son esenciales para futuras misiones tripuladas a Marte”, comenta Hakan Svedhem, científico del proyecto TGO de la ESA.
El equipo de cámara del orbitador también presentará las nuevas imágenes de Marte durante el Congreso Europeo de Ciencias Planetarias (EPSC) en Berlín, y destacarán los desafíos enfrentados por la reciente tormenta de polvo que envolvió a todo el planeta.
Fuente: europapress.es