Un grupo de investigadores en Japón ha desarrollado una tecnología que abre todo un mundo de posibilidades. Una vía capaz de reconocer los números (del 0 al 9) con un 90% de exactitud usando ondas cerebrales o electroencefalogramas (EEG) mientras los sujetos pronunciaban los dígitos.
No sólo eso. Dicha tecnología también ha realizado el reconocimiento de hasta 18 tipos de monosílabos (japoneses) a partir de las señales EEG. En este caso con un 60% de precisión, lo que demuestra la posibilidad en un futuro próximo de una máquina de escribir activada por EEG.
Según explican en su trabajo, los investigadores recopilaron datos EEG mientras se pronunciaban los dígitos y monosílabos japoneses. Hasta ahora, los intentos para la descodificación de la voz de las señales EGG se habían encontrado con dificultades para recopilar datos suficientes como para permitir el uso de algoritmos potentes basados en el “aprendizaje profundo” u otro tipo del llamado machine learning.
Por esta razón el grupo de investigación ha desarrollado un marco de investigación diferente, uno que puede lograr un alto rendimiento con un pequeño conjunto de datos de formación. Este nuevo marco se basa en el reconocimiento holístico de patrones en el que se introducen un espacio dual y un espacio tensorial.
¿El resultado? En el experimento de reconocimiento de dígitos hablados a partir de señales EEG se alcanzó una precisión de reconocimiento del 90%. Al mismo tiempo, se alcanzó un 61% de precisión en el reconocimiento de 18 monosílabos japoneses. Según ha explicado el profesor Tsuneo Nitta, investigador principal del estudio, “el próximo paso será desarrollar una interfaz computacional cerebral, una que reconozca los enunciados sin voz”.
De ser así, el grupo dice que estaríamos ante una tecnología que podría permitir que las personas con discapacidades que han perdido la capacidad de comunicarse con la voz, puedan obtener de nuevo tal capacidad. Por si esto fuera poco, la investigación también apunta al desarrollo futuro de un dispositivo que pueda conectarse a un smartphone de aquí a cinco años. Alucinante.
Fuente: Gizmodo