Aún en etapa preliminar, se da la bienvenida a un nuevo mineral que podría ayudar a reducir el nivel de los gases de efecto invernadero y así luchar contra el cambio climático. Los científicos han dado con la formula para sintetizar magnesita en laboratorio de forma rápida y masiva a bajo coste, la cual puede absorber y almacenar CO2 de la atmósfera, ofreciendo una nueva forma de luchar contra el cambio climático.
Al reducir un proceso que normalmente lleva miles de años a días, la investigación podría dar un impulso definitivo al campo de la captura y almacenamiento de carbono (CAC).
A medida que el mundo lucha por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, los expertos coinciden en que las tecnologías que absorben el CO2 del aire serán una herramienta esencial para reducir el calentamiento global.
La magnesita es un mineral natural que se usa en joyería y en diversos procesos industriales, su capacidad de almacenamiento de carbono ya es bien conocida por los científicos. Cada tonelada de magnesita es capaz de eliminar alrededor de media tonelada de CO2 de la atmósfera.
Mientras que investigaciones anteriores han explorado el potencial de almacenar gases contaminantes en formaciones rocosas subterráneas, su potencial se ve obstaculizado por el tiempo que le toma a la formación de nuevos minerales, un proceso que lleva de cientos a miles de años.
Para solucionar este problema, el profesor Ian Power en la Universidad de Trent en Canadá y su equipo identificaron los procesos que forman la magnesita naturalmente a bajas temperaturas, y luego usaron este conocimiento para acelerar su cristalización. Usando microesferas de poliestireno como catalizador, redujeron su tiempo de creación a 72 días. Las microesferas de poliestireno se pueden reutilizar. Todo el proceso se lleva a cabo a temperatura ambiente, lo que lo hace extremadamente eficiente desde el punto de vista energético. No se detalla su consumo exacto.
Para cerrar el circulo, el carbono almacenado en la magnesita se debería “guardar” en algún lugar. Lo más lógico sería usar los yacimientos de gas y petróleo agotados.
Este estudio se presentó en la conferencia de geoquímica de Goldschmidt en Boston.
En mi opinión la captura de carbono es sólo una de las vías para ayudar en la lucha contra el cambio climático, una solución fácil y rápida para seguir consumiendo sin control. Lo principal sigue siendo reducir todo lo que podamos nuestras emisiones contaminantes, además de no consumir más de lo que nuestro planeta nos puede dar.
Tal y como nos dicen en el estudio “Trajectories of the Earth System in the Anthropocene“, sólo tenemos 10-20 años para que los efectos sobre el planeta sean irreversibles.
Fuente: Ecoinventos