Los primeros tratamientos mediante láser para tratar problemas de la piel, como manchas y señales de nacimiento vasculares benignas, se desarrollaron hace más de 40 años. Desde entonces, los dermatólogos han vivido un aumento notable en la demanda de tratamientos basados en láser mínimamente invasivos, incluyendo la eliminación de tatuajes. No obstante, es difícil que la luz del láser, que se mantiene a cierta distancia de la piel, sea absorbida de forma perfecta y selectiva únicamente por la marca de nacimiento o el tatuaje que se pretende eliminar.
Por otra parte, estas técnicas láser tienen riesgos, como por ejemplo que por accidente el haz láser alcance un ojo, dañándolo. La transmisión de la luz de forma abierta, durante la cual el terapeuta sujeta el láser a determinada distancia del paciente, es algo normal durante los procedimientos dermatológicos, pero acarrea un peligro para los ojos tanto del paciente como de los doctores.
Ahora, el equipo de Paul J.D. Whiteside y Heather K. Hunt, de la Universidad de Misuri en la ciudad estadounidense de Columbia, ha desarrollado instrumentos que transmiten luz láser hacia el tejido a través del contacto directo. Esta nueva técnica la pueden emplear los dermatólogos y es capaz de reducir los problemas de seguridad en este tipo de operaciones cutáneas, gracias a la mejora de la transmisión del láser a través de las capas superficiales de la piel.
El nuevo sistema utiliza pulsación ultrasónica junto con un láser clínico para alterar las propiedades de los tejidos cutáneos durante el procedimiento. A esta técnica se le ha dado el nombre de “sonoiluminación”.
El equipo de Whiteside y Hunt ensayó la sonoiluminación en muestras de tejido cutáneo porcino. Usando varias amplitudes y pulsos, los instrumentos que desarrollaron fueron probados en las muestras, quedando claro que son muy prometedores para su uso en el ámbito clínico.
Fuente: Noticias de la Ciencia