Con un microscopio de fuerza atómica un grupo de científicos analizó en detalle cuáles eran los motivos de la gran resistencia de las telarañas. Encontraron que, en realidad, cada hebra está formada por miles de nanohebras de 20 millonésimas de milímetro de diámetro.
La telaraña es uno de los materiales más resistentes que conocemos los humanos. Si estuviera a escala humano, sería lo suficientemente resistente como para enganchar a un avión de pasajeros. Sin embargo, el motivo de su fortaleza era un misterio.
Ahora, una investigación publicada en ACS Macro Letters, ha encontrado cómo estas hebras de seda obtienen su poder: a través de miles de hebras incluso más pequeñas que se unen para formar la famosa trampa de del pequeño animal.
Para descubrir cómo la mayoría de las telarañas son cinco veces más fuerte que el acero, los científicos analizaron la seda que utilizan las arañas reclusas marrón venenosas (Loxosceles reclusa) para crear sus redes de tierra y sostener sus huevos, utilizando un microscopio de fuerza atómica. Encontraron que cada hebra, la cual es 1000 veces más delgada que un cabello humano, en realidad está formada por miles de nanohebras, solo 20 millonésimas de milímetro de diámetro.
Al igual que un pequeño cable, cada fibra de seda está compuesta enteramente por nanohebras paralelas, que miden como mínimo 1 micrón de largo. Puede que esta extensión no parezca muy grande, pero a nanoescala, es al menos 50 veces más larga que estas fibras, y los investigadores creen que podrían estirarse aún más.
“Esperábamos encontrar que la fibra era una sola masa”, dijo en un comunicado, uno de los miembros del equipo, Hannes Schniepp. “Pero lo que descubrimos fue que la seda era en realidad una especie de cable diminuto”, agregó.
La idea de que las telarañas están compuestas por nanofibras ya se ha propuesto anteriormente, pero hasta ahora, no había pruebas que sugirieran que las nanohebras formaban la seda. El arma secreta del equipo fue la seda de la araña reclusa marrón, la cual es plana en vez de cilíndrica, lo que facilita la observación bajo la lente de un microscopio poderoso.
“Los resultados que se reportan brindan una pista interesante sobre los trucos que la naturaleza tiene para producir materiales asombrosos”, dice Mohan Srinivasarao, de la National Science Foundation, que ayudó a financiar la investigación. “Comprender las propiedades de la telaraña de la reclusa marrón en el nivel molecular no solo proporciona información sobre uno de los materiales más resistentes de la naturaleza, sino que también puede proporcionar un camino para el diseño de otros materiales sintéticos”.
En general conocemos poco sobre las telarañas. A mediados de este año recién se descubrió que las arañas usaban su seda para volar, algo que Darwin observó hace más de 200 años, pero nunca se había podido confirmar.
Fuente: elespectador.com