Nadie puede correr tan rápido como para escapar indefinidamente de la vejez. Pero parece que las mujeres se las apañan para esquivarla durante más años. Investigadores de la Universidad de California (EE UU) exponen hoy en la Reunión Anual de la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS, por sus siglas anglosajonas) las razones por las que las féminas envejecen más despacio que los hombres.
El auténtico quid de la cuestión está en las entrañas de las células. Desde que venimos al mundo, las hembras de nuestra especie tienen los telómeros más largos.
Estos “capuchones” protectores están colocados en los extremos de los cromosomas preservan el ADN de las células y evitan su deterioro.
Los científicos saben desde hace tiempo cuanto más largos son los telómeros, más puede multiplicarse una célula -incluidas las células madre que regeneran los tejidos- y por lo tanto el organismo se mantiene joven durante más tiempo.
Por el contrario, su acortamiento marca la hora de comienzo de la senectud. Sin que haya vuelta atrás.
¿Pero qué tiene que ver ser chico o chica con la longitud de los telómeros? Muy sencillo. Resulta que la hormona femenina por excelencia, el estrógeno, aumenta la actividad de la telomerasa, una enzima que protege a los telómeros y evita que se acorten.
“Si quieres vivir más, tienes que estar menos atento a tu piel y más a tus telómeros”, dice Elissa Epel, miembro de la NAMS.
Las hormonas femeninas salvaguardan los telómeros, pero no son infalibles. Si nos sometemos a demasiado estrés o enfrentamos adversidades psicológicas en la infancia, los telómeros menguan prematuramente.
Y los estragos de la edad se notan antes. Por si fuera poco, el acortamiento de los telómeros también se acelera por el consumo prolongado de tabaco, la obesidad y el sedentarismo.
Cuando la telomerasa escasea, la susceptibilidad al cáncer aumenta. A la par que el riesgo de ser víctima del alzhéimer. Además de que cuanto más largos son los telómeros menos enfermedades cardiovasculares padecemos.
Nada baladí teniendo en cuenta que las cardiopatías son la principal causa de muerte en el mundo.
Fuente: Tecnoxplora