La capacidad de cambiar los genes causantes de enfermedades ha sido una meta para muchos médicos y científicos. Ahora bajo esta iniciativa investigadores de la Universidad de Berlín y el Instituto Max Planck lograron programar con éxito virus capaces de reparar el genoma de células enfermas.
En resumen este nuevo método utiliza un virus como un medio de trasporte para actuar como un interruptor genético que proporcionar las instrucciones al genoma del huésped y resolver el daño de cualquier tipo de célula incluyendo las del cerebro.
Desde el cáncer a la enfermedad de Alzheimer, muchas enfermedades que amenazan la vida sólo pueden ser tratadas utilizando fármacos que en su mayoría no son totalmente eficaces o tienen efectos secundarios no deseados. Esto es porque los tratamientos dañan las células sanas, como resultado, se espera que los virus modificados genéticamente sean capaces de dirigirse selectivamente a células enfermas, y mejorar desde la capacidad de la célula como la forma como responden a diferentes tratamientos.
“En el laboratorio, utilizamos virus atenuados, es decir, que no son capaces de replicarse para transportar material codificado genéticamente en los organismos vivos afectados por la enfermedad”, dijo el Dr. Mazahir Hasan.
“Este enfoque abre toda una gama de opciones que, en el futuro, nos permitan tratar y curar diversas enfermedades.
Este funciona como un interruptor genético “on/off” que se controla químicamente. “El hecho de que la función del gen se puede conectar y desconectar de esta manera es de especial valor, y hace que el método de un candidato perfecto para su uso en la terapia génica controlada“, enfatiza el Dr. Hasan.
Cabe destacar, el hecho de que las células infectadas con este tipo de virus modificados no activan cualquier forma de respuesta inmunitaria medible y que su material genético permanece completamente intacto representa un beneficio adicional.
Sin duda un significativo avance que se espera que al completar con éxito el paso inicial de las pruebas usando un modelo animal, se sienten las bases para tratamientos genéticos futuros para su uso en humanos.