Hoy en día la idea de emprender se encuentra en muchas personas, principalmente en las
generaciones de jóvenes que bajo sus perfiles tienden a considerar tener lo necesario para triunfar en un negocio, pero la realidad es otra, basta con visualizar el entorno y observar que no basta con querer tener un poco más de ingresos, se requiere de una oportunidad de negocios que se identifique como redituable por algún motivo que le dé un propósito a la empresa y plan de acción para la misma.
Para hallar dicha idea es oportuno evaluar el contexto por el cual la empresa busca enfocarse, es decir, el tipo de producto, servicio o idea con criterios aceptados por el consumidor en base a una investigación de la naturaleza que sea con tal de arrojar información para el emprendedor que le apoye en la toma de decisiones, esta puede ser de complejidad elevada o una simple observación a lo que se encuentra alrededor con el fin de disminuir la incertidumbre, es decir, la existencia de una parte creadora, guiadora y comprendedora son elementales para tener profundidad, es a modo de analogía pensar en la elaboración de un medicamento que requiere de ingenieros como parte creadora al ser su trabajo, la información de la enfermedad como parte guiadora la cual puede provenir de algún maestro, libros, de las mismas personas enfermas, etc., y la parte que comprende como el ingeniero que mezcla su necesidad de creación con la información ampliando su cognición y llevarlo a la acción.
Una vez que se conoce las necesidades o deseos del consumidor y el cómo o con que aliviarlo sigue definir el posicionamiento deseado, es decir, aquel detalle que lo distinguirá entre distintas alternativas en base a la clase de consumidor donde recaiga principalmente todos los esfuerzos de la empresa dotando a la idea de una personalidad influenciada ya sea por su funcionalidad, el precio, factores psicológicos, sociales o una mezcla de las mismas. Es importante la congruencia entre lo que se comunica y lo que se otorga para no despertar la duda o incertidumbre puesto que el consumidor sentirá que la empresa no le tiene importancia y que solo quiere su dinero. Hoy en día a los consumidores les agrada consumir en lugar donde se sienten valorado, apreciados y queridos además de una conciencia social. hoy en día a los consumidores les agrada consumir en lugar donde se sienten valorado, apreciados y queridos además de una conciencia social. El dinero solo es una recompensa al satisfacer al cliente, no puede ser el objetivo o propósito final.
Teniendo estas nociones básicas se puede formar los cimientos conceptuales de lo que va a ser la empresa, una misión, visión, valores y objetivos a seguir con un panorama más claro a diferencia de solo emprender por tener capital y querer ingresos extras que es en donde la mayoría fracasa. La necesidad de un desarmador no es quitar un tornillo o apretarlo, sino conseguir acceder a un espacio o cerrarlo según sea el caso.
Por: Omar Daniel Meneses Armenta
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