El próximo 21 de noviembre, el Buque Uribe 121, que durante años formó parte de la flota de la Secretaría de Marina (Semar), será hundido a la altura de Bahía El Descanso en Rosarito, Baja California, con el objetivo de dar vida a un arrecife artificial, parte central del proyecto titulado Parque Submarino Rosarito, destinado principalmente para los amantes del buceo.
En entrevista con la Agencia Informativa Conacyt, Francisco Ussel Heredia, submarinista, presidente de la Asociación de Buzos de Baja California, A. C. e impulsor de este futuro recinto subacuático, destacó el papel integral del parque, que no solo funcionará como destino turístico sino también como punto nodal para proyectos de investigación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), así como para el desarrollo económico sustentable de la zona.
“El 21 de noviembre realizaremos una ceremonia en el Hotel Puerto Nuevo. El barco lo donó la Marina; hemos trabajado en estrecha colaboración con ellos y el 23 de noviembre es el Día de la Armada de México, de alguna manera con el hundimiento comenzamos con los festejos de honor. Vamos a despedir el barco, que ya cumplió su misión en la Armada y ahora cumplirá otra en el fondo del mar bajacaliforniano”, afirmó el buzo.
El Buque Uribe 121 será el primero de cuatro barcos que se hundirán para conformar arrecifes artificiales como parte del Parque Submarino Rosarito, que también contará con una sección en tierra. “Un segundo barco será hundido también para buceo y otro para pesca deportiva con la modalidad catch and relief(atrapa y suelta), y el último barco se hundirá en secreto, a más profundidad, simplemente para crear un arrecife artificial donde la vida se abra paso”, explicó Ussel Heredia.
Previo a la elección del lugar para crear el parque submarino, el CICESE realizó estudios oceanográficos y de impacto ambiental. Según un comunicado de la instancia, que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación del Conacyt, los especialistas buscaron que la ubicación no significara un riesgo para la navegación, donde los buzos entren a todo el arrecife de forma segura, haya corrientes y oleaje moderados que permitan oxigenar el agua, y que la transparencia sea adecuada. También se determinó que fuera un sitio donde no pasen huracanes y se verificó la cantidad de sedimentos en suspensión que se depositan en el fondo cuando la velocidad de la corriente disminuye, fenómeno que puede afectar la colonización y el desarrollo de los organismos marinos.
“El doctor Guido Marinone Moschetto, director del CICESE, nos ayudó mucho en este sentido y, siendo tan prestigiado el CICESE, esto le da un valor agregado al proyecto porque ahora los investigadores también empiezan a ver la posibilidad de aprovechar el hundimiento. Por ejemplo, vamos a retirar partes del barco para que los visitantes puedan bucear dentro, entonces, la doctora Victoria Díaz, que se encarga de estudiar ecosistemas costeros, nos pidió que con estas secciones que se van a retirar se fabriquen 120 placas que se colocarán en diferentes partes del barco para luego sacarlas progresivamente, algunas en un mes, otras en dos meses, etcétera, y así observar y estudiar cómo colonizan gradualmente este arrecife artificial las diversas especies de la región. Es un programa del CICESE pensado para diez años y nosotros estamos buscando el financiamiento”, explicó el presidente de la Asociación de Buzos de Baja California.
Si bien el hundimiento del Uribe 121 está pensado para el goce de los buzos más avanzados, se plantea que más cerca de la costa y a siete metros de profundidad los buzos principiantes puedan practicar en un conjunto de esculturas submarinas.
“Esto se hará con el apoyo del Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), ellos van a conseguir a los artistas plásticos del estado que harán esculturas con el material adecuado para permanecer debajo del agua, y este atractivo también podrá ser observado desde un barco de cristal, por ejemplo, por lo que estaríamos hablando de impulsar el turismo sustentable en Rosarito”, añadió Ussel Heredia, quien además destacó que la Bahía El Descanso y Puerto Nuevo es una zona restaurantera donde solía servirse la langosta, que ya es escasa en la región. Con la creación del arrecife se puede pensar en la recuperación de esta especie económicamente productiva.
“También crearemos un espacio llamado Museo del Arrecife, Centro de Monitoreo, en colaboración con el CICESE y la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). A nosotros los buzos nos gusta divertirnos pero también nos gusta la vida marina. A través de un convenio con estas instituciones, nos comprometemos a sacar fotos del desarrollo del arrecife cuando hagamos inmersiones para que los investigadores estudien la vida que se va generando y, al mismo tiempo, en el museo la gente podrá conocer este proceso con fotos que se irán actualizando mes con mes. Será el siguiente paso, que el museo esté disponible lo más pronto posible para todos los ciudadanos de Rosarito y de Baja California. Queremos que ellos conozcan la fauna y la flora de sus mares y que se sientan contentos y orgullosos con su parque”, concluyó Ussel Heredia.