Uno de los retos más significativos en el campo de la investigación científica y el desarrollo tecnológico en México consiste en lograr el involucramiento del sector productivo en dichas áreas, es decir, la integración de la llamada triple hélice (academia+ gobierno + iniciativa privada).
La falta de integración entre los tres actores obedece a diversos factores, siendo uno de los más importantes que muchas de las empresas que operan en el país no cuentan con la capacidad para realizar investigación e innovación tecnológica propia y tampoco con el conocimiento para cooperar con proyectos de la academia y gobierno debido a que se trata de pequeñas y medianas empresas (pymes).
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México existen aproximadamente cuatro millones 15 mil unidades empresariales, de las cuales 99.8 por ciento son pymes, mismas que generan 52 por ciento del producto interno bruto (PIB) y 72 por ciento de los empleos en el país.
En ese contexto, la Asociación Mexicana de Directivos de la Investigación Aplicada y el Desarrollo Tecnológico (Adiat) concretó un acuerdo de colaboración que permitirá a empresas mexicanas vincularse con empresas de la Unión Europea, las cuales realizan investigación y cuentan con mayor expertise en cuanto a vinculación con el gobierno y la academia para llevar a cabo sus proyectos.
En entrevista exclusiva con la Agencia Informativa Conacyt, el vicepresidente de la Adiat, Daniel Villavicencio Carbajal, explicó que el año pasado la Unión Europea lanzó una convocatoria para crear un consorcio para que se presentaran proyectos orientados al desarrollo de plataformas de capacitación y de creación de redes empresariales entre la Unión Europea y América Latina.
“En esa ocasión se presentaron ocho proyectos diferentes. La convocatoria tenía dos vertientes, una orientada al desarrollo de soluciones a problemas de trámites aduanales y demás; y una segunda enfocada al diseño de alianzas estratégicas en materia tecnológica entre pymes de ambos continentes”, detalló.
Añadió que el proyecto ganador fue el presentado por Tecnalia, desarrollado junto con las instituciones de otros 11 países —por México participaron la Adiat y el Instituto Politécnico Nacional (IPN)—, el cual involucra siete sectores fundamentales que son: energías renovables, tecnologías de la información, nuevos materiales, tecnologías relacionadas con el sector salud, tecnologías ambientales, nanotecnología y todo lo relacionado con la bioeconomía.
Nace el Consorcio ELAN
De ese modo es que nació el Consorcio ELAN, integrado por instituciones de países europeos y de América Latina, el cual busca sumar esfuerzos para generar transferencia tecnológica, pero también el desarrollo de nuevos proyectos, así como estrechar lazos de negocios.
“El objetivo principal es constituir una red de empresas y de clústers empresariales que hagan desarrollo tecnológico e innovación”. Detalló que la idea es aprovechar los tres años que durará el proyecto que cuenta con un financiamiento de 5 millones de euros, para construir mecanismos de colaboración y lograr la consolidación de alianzas estratégicas entre las empresas para que al cabo de ese lapso de tiempo, las redes sean capaces de involucrarse en proyectos conjuntos.
Los problemas por resolver
De acuerdo con el vocero de la Adiat, en México existen muchos proyectos de investigación e innovación tecnológica que incluso han derivado en patentes, pero a los cuales no se les da seguimiento, no trascienden por diferentes motivos como falta de interés, de recursos, de capacidad para escalarlos y ponerlos en marcha.
Esa, dijo, es otra de las áreas donde el Consorcio ELAN pondrá especial atención, es decir, en la integración de redes orientadas a llevar esos proyectos a una siguiente fase. “Lo que hará la plataforma ELAN es precisamente poner en contacto empresas que quieren vender su tecnología, comprar tecnología o explotar su tecnología de manera conjunta con empresas en otras regiones del mundo”.
Añadió que también ofrecerá capacitación a las empresas participantes a través de diferentes eventos, de los cuales ya se tienen planeados cuando menos tres. “En México se llevarán a cabo tres, uno en octubre de este año enfocado a biotecnología, uno más la primavera del año próximo relacionado con el sector salud y tecnologías de la información; mientras que uno más en otoño de 2016 enfocado a nanotecnología”.