Desde hace varios años se debate si se debe aprender informática en educación secundaria o en bachillerato, debate que a veces se extiende a la educación primaria e incluso a la educación infantil. La presencia de la informática en los colegios e institutos no es algo nuevo. Los colegios han ido adquiriendo ordenadores y otros equipos electrónicos, como las pizarras digitales. Incluso la programación de ordenadores ha hecho presencia. Ya en los años 80, con la aparición de los ordenadores personales, hubo iniciativas para enseñar a programar a los niños, pero el éxito alcanzado entonces fue modesto y quedaron como iniciativas interesantes pero fallidas.
En los últimos años han surgido nuevos y numerosos lenguajes de programación concebidos para los niños o jóvenes. El lenguaje más popular probablemente sea Scratch pero hay muchos más: Alice, Greenfoot, Blockly, etc. Estos lenguajes proporcionan un estilo de programación visual, más intuitivo, que a veces incluso van ligados a dispositivos o materiales, como circuitos, robots o tejidos. Al mismo tiempo se habla de que las nuevas generaciones son “nativos digitales”, ya que han aprendido desde pequeños a manejar dispositivos electrónicos. No suelen ser ordenadores convencionales sino dispositivos de más fácil manejo para los niños, como teléfonos móviles, tabletas o consolas de videojuegos. Incluso se habla de que los niños y jóvenes deben adquirir cierto “pensamiento computacional”.
Sería muy útil poner orden en este galimatías, identificando cuánto hay de moda y cuánto de útil para la educación de niños y jóvenes. Sólo así se podrá debatir, decidir y planificar una eventual educación en informática.
La educación tiene varios objetivos, entre ellos que las nuevas generaciones comprendan el mundo que les rodea y que estén bien preparadas para su futura vida como adultos. En la actual sociedad de la información, pocos tendrán dudas sobre la utilidad que tendría la educación en informática para ambos objetivos. Además, la educación en informática tendría otras ventajas adicionales. Actualmente, la presencia de la mujer en el sector informático es residual, tras una tendencia decreciente de varias décadas. La familiarización de las niñas con las nuevas tecnologías puede ser una forma de desechar estereotipos de género y de que les resulten más atractivas, disminuyendo la actual brecha digital entre géneros. Asimismo, una mayor competencia digital de alumnos y profesores facilitaría una modernización material y metodológica de la educación. Por último, y no menos importante, una mejor formación de la población española en las TICs proporcionaría al país una base sólida para la innovación y para una mayor competitividad internacional.
La familiarización de las niñas con las nuevas tecnologías puede ser una forma de desechar estereotipos de género y de que les resulten más atractivas, disminuyendo la actual brecha digital entre géneros
Aun habiendo consenso sobre las ventajas de introducir la informática en la educación preuniversitaria, todavía habría que debatir la mejor forma de introducirla con esperanza de éxito. Cada país tiene culturas y condicionantes propios, por lo que no existen soluciones universales. En concreto, la única garantía de que todos los alumnos tuvieran acceso a esta educación (o de cualquier otra materia) en el sistema educativo español sería su inclusión como asignatura de obligado estudio. Hoy en día, el aprendizaje de manera transversal de cualquier materia no garantiza su estudio, sino que se deja al azar de coincidir con centros o profesores entusiastas.
Un grupo de trabajo conjunto de la Sociedad Científica Informática de España (SCIE) y la Coordinadora de Directores y Decanos de Ingeniería Informática (CODDII) ha elaborado un conjunto de recomendaciones sobre la educación en informática en las etapas educativas preuniversitarias. En resumen, se propone modificar la legislación educativa española para introducir una nueva materia denominada “Informática”. Esta materia se concretaría en una asignatura de estudio obligatorio desde Educación Primaria hasta Bachillerato. La asignatura de informática debería proporcionar a los alumnos una amplia cultura general en informática que les facilite una formación continua en el futuro. Su comprensión debería ser más profunda que la pura instrumentalidad (la “competencia digital”). Por tanto, incluiría conocimientos y habilidades de la informática como ciencia, sin llegar a la especialización universitaria. Esto se concretaría en nociones básicas de programación y de las principales áreas de la informática (datos, ordenadores, sistemas operativos, redes y seguridad).
El lector puede consultar en las páginas web de la SCIE y de la CODDI el informe completo y un resumen del mismo. Encontrará una propuesta detallada y razonada de la enseñanza de la informática en las diferentes etapas educativas preuniversitarias. También se abordan brevemente cuestiones claves para la puesta en marcha de la asignatura de informática y se hace una correspondencia de los contenidos de competencia digital propuestos con el marco europeo DIGCOMP (Digital Competence).
Fuente: El País