Un tercio de la producción mundial de alimentos acaba en la basura. El coste ambiental y ético es brutal, si pensamos en la población que tiene problemas para llevar una adecuada alimentación. Para intentar mitigar este problema se están desarrollando diferentes proyectos con el uso de inteligencia artificial en la agricultura.
Según la Organización Mundial de la Salud, existen 821 millones de personas en el mundo que se ven afectadas por el hambre y la malnutrición.
Si bien la cifra es lamentable, resulta aún más preocupante el desperdicio de 1.600 millones de toneladas de alimentos por año, lo que equivale a un tercio de la producción mundial de alimentos.
¿Por qué se desechan tantos alimentos?
Existen varias razones por la cual esto ocurre. Las principales son:
Técnicas de producción.
Aproximadamente 500 millones de toneladas se desperdician en la etapa de la producción. Esto se debe a que las técnicas de producción siguen estando ancladas en el pasado y no tiene relación alguna con la economía de alta tecnología que existe en la actualidad.
El modelo existente genera muchos desperdicios, aspecto que se agrava si se considera que el cambio climático va a generar caídas en los rendimientos agrícolas.
Una forma de optimización de la producción está asociada con la introducción en el sector agrícola de la inteligencia artificial, análisis de datos y uso de drones, con el fin de hacerla más eficiente y más inteligente.
Agricultura de precisión.
Nació con la incorporación del GPS a los tractores, a raíz de los años 90. Cuando se desarrolló y empezó a usar de forma masiva, se redujeron los errores de dirección por parte de los conductores, lo que evitó desperdicio en semillas, fertilizantes, tiempo y combustible.
Los avances se han dirigido a la combinación de metodología y tecnología. Se trata de que las técnicas agrícolas sean más precisas para la plantación y el cultivo. Esto incluye elementos como:
Tecnología de tasa variable (VRT).
Permite la aplicación variable de bienes para que los agricultores controlen la cantidad de entradas que aplican en un lugar específico. Los componentes básicos de esta tecnología incluyen una computadora, software y un sistema de posicionamiento global diferencial (DGPS).
Muestreo de suelo GPS.
El análisis del suelo revela los nutrientes existentes, el nivel de pH y una serie de otros datos que son necesarios para la toma de decisiones. El muestreo evidencia la diferencia de productividad de un campo.
Aplicaciones informáticas.
Sirven para crear planes agrícolas precisos, mapas de parcelas, exploración de cultivos y mapas de rendimiento, lo que facilita la precisión en el uso de pesticidas y fertilizantes, ahorrando costes y generando mayores rendimientos.
Tecnología de teledetección.
Sirve para monitorear y administrar la tierra, agua y otros recursos. Se ha utilizado la tecnología desde los años 60, a través de aviones, drones o satélites.
La innovación en la agricultura de precisión continúa, y más y más granjas están adoptando la tecnología disponible, haciendo la agricultura más eficiente.
Fuente: Ecoinventos