Google le ha dado el control de la refrigeración de sus centros de datos a la Inteligencia Artificial. Por primera vez, Google confía en un algoritmo para gestionar parte de su infraestructura.
El consumo de electricidad de los centros de datos se ha convertido en un gran problema para la industria tecnológica en general. Un informe de 2016 del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de EE.UU. afirmaba que los centros de datos sólo en EE.UU. consumieron alrededor de 70 mil millones de kilovatios-hora en 2014, casi el 1.8 % del total de consumo de todo el país.
Google ha estado probando desde hace años un algoritmo que aprende cómo hacer más eficientes los sistemas de refrigeración – ventiladores, ventilación y otros equipos – para reducir el consumo de energía. Hasta ahora, el sistema hacía recomendaciones a los administradores de los centros de datos, quienes decidían si implementarlas o no, lo que se traducía en un ahorro de energía de alrededor del 40 % en esos sistemas de refrigeración.
Ahora, Google ha dado todo el control al algoritmo, que gestiona la refrigeración en varios de sus centros de datos de forma autónoma.
Este proyecto nos demuestra el gran potencial que tiene la IA para gestionar infraestructuras. Aunque el algoritmo funciona de forma independientemente, una persona lo administra y puede intervenir si el sistema hace algo que no se considera adecuado.
El algoritmo usa el ensayo y error para aprender. El sistema permite determinar qué configuraciones de refrigeración reducirían el consumo de energía. El sistema podría generar millones de dólares en ahorro de energía y podría ayudar a Google y otras compañías a reducir sus emisiones de carbono, dice Joe Kava, vicepresidente de centros de datos de Google.
Este nuevo sistema incorpora controles de seguridad para evitar que haga cualquier cosa que tenga un efecto adverso en el sistema de refrigeración. Un administrador del centro de datos monitoriza el sistema e interviene si cree que está haciendo algo inapropiado.
El esfuerzo para mejorar la eficiencia energética de estos centros de datos ha sido muy grande. Y los resultados afirman que la eficiencia está frenando el aumento en el consumo de energía en los nuevos centros de datos.
Aunque la noticia es muy buena, la refrigeración sólo representa el 10 % del consumo, así que el próximo objetivo es optimizar el comportamiento de los chips de los servidores que consumen mucha energía. Las posibilidades de ahorro en esta rama son hasta diez veces mayores que en la refrigeración.
Recordemos que Google funciona 100% con energías renovables desde el año pasado.
Esperemos que esta tecnología se pueda aplicar dentro de poco a otros tipos de instalaciones por muchas otras empresas. El ahorro de electricidad a nivel mundial sería considerable. Y recuerda, la energía más verde es aquella que no se consume.
Fuente: Ecoinventos