Diversos estudios señalan a Suiza como el país más comprometido para mejorar el medioambiente, siendo Burundi el que cierra la lista compuesta por 180 naciones. Estos datos señalan a los países de Europa como los más concienciados en este sentido mientras que Asia y África se sitúan en el polo opuesto.
Lamentablemente, el desequilibrio viene dado en gran medida por la falta de educación y conocimiento en muchos de los países integrantes y subdesarrollados social y económicamente. Además, los denominados países en vías de desarrollo albergan industrias altamente contaminantes que han instalado allí algunas de las multinacionales con sede en los territorios del conocido como primer mundo.
La raza humana comparte un mismo planeta y la contaminación no entiende de fronteras políticas. La salud y los recursos limitados de nuestro planeta se están resintiendo por la actividad del hombre y por este mismo motivo la comunidad científica insiste constantemente en la necesidad de la cooperación en proyectos internacionales que ofrezcan soluciones a nivel global, ya que ningún territorio está a salvo.
En un mundo cada vez más interconectado, el área que concierne al medioambiente es una de las que más necesitan precisamente de la colaboración internacional teniendo en cuenta que el objetivo es común a toda la especie.
Ya sean iniciativas educativas y de formación, proyectos de investigación de instituciones públicas o privadas, o empresas que deseen colaborar de manera conjunta, hoy en día, gracias a herramientas como las de Teamviewer las distancias ya no son, ni mucho menos, insalvables.
Trabajar en equipo de manera remota y en tiempo real con garantías de calidad es una realidad. Así pues, el abanico de oportunidades y de ventajas que se abren es inmenso. Estas facilidades tecnológicas invitan al optimismo y a pensar que la era de las telecomunicaciones puede permitir avanzar de una manera notoriamente más rápida que en décadas anteriores.
El calentamiento global se ha convertido en una bomba de relojería que ya está mostrando consecuencias reales y severas en el planeta. Los expertos señalan el proceso como irreversible e inevitable a estas alturas, y lo que toca es buscar soluciones de manera común para un mal que ya está hecho. Desde las universidades a la prensa pasando por investigadores privados o los gobiernos, el problema, que se debe resolver por el bien de todos, se ha hecho prioritario y cada vez son más y más los organismos y los programas de estudio que giran en torno a esta temática.
Fuente: Ecoinventos