Ecuador es un país que suele surgir en muchas conversaciones relacionadas con el bitcoin. No es el más rico en criptomonedas, tampoco el que dispone de más mineros. Más bien porque se calcula que el gasto energético mundial en minar bitcoins es equivalente al consumo del país centroamericano.
(En este artículo te contamos qué es exactamente un minero de bitcoin. De forma muy resumida, baste con decir que llamamos minado a un proceso de resolución de complejísimos problemas matemáticos que requiere mucha capacidad computacional -y por tanto consumen mucha energía- y que sirve para cerrar los bloques de la cadena -bitcoin se basa en blockchain-, permitiendo que todo funcione. Quien logre cerrar los citados bloques se lleva un premio: 12,5 bitcoins; he ahí el incentivo a que la propia comunidad se ocupe de mantener el sistema.)
La electricidad que demandan las minas de criptomonedas de Islandia (uno de los países más activos en esta actividad, junto con Suecia y China) está a punto de superar el equivalente a todo el consumo de los hogares de la isla, tal y como te contamos ya en este reportaje. Si nos fijamos en la contaminación, Islandia al menos puede decir que su mix energético es altamente sostenible. China, país que subvenciona fuertemente el carbón, emite toneladas de dióxido de carbono para minar criptomonedas.
Se dice, de hecho, que por cada moneda digital que se crea (o mina) se consume de promedio la misma energía que gasta un hogar estadounidense durante dos años. Hay de hecho una granja de bitocoins en Medicine Hat en Alberta, Canadá, que consume diez veces más energía que cualquier otro edificio de la localidad de 60.000 habitantes. Tanto es así que las autoridades ya le han advertido que, en caso de que llegue una ola de frío, le cortarán la luz.
- ¿Y qué hay del oro?
Resulta que un analista se ha dedicado a comparar el tan criticado consumo energético de la minería de criptomonedas con el de la minería de oro. Y los resultados son curiosos: la extracción del metal precioso consume al menos veinte veces más energía que la creación de criptomonedas.
Vladimir Jelasavcic (así se llama el analista) explica en este artículo cómo ha hecho los cálculos de sus estimaciones. En suma, estima que la minería de bitcoin cuesta, en términos energéticos, unos 4.300 millones de dólares anuales, mientras que la extracción de oro asciende a unos 87.300 millones de dólares.
¿Puede compararse un metal precioso con una criptodivisa? ¿Tiene sentido gastar recursos en un activo meramente especulativo? ¿Y desembolsar 20 veces más en un metal valorado por ser un valor refugio? La polémica está servida.
Fuente: Retina El Pais