Puede sonar a cuento de hadas o a novela fantástica, pero por desgracia es un problema medioambiental. Las conocidas como lágrimas de sirena o ‘nurdles’ en inglés son pequeñas porciones de plástico, del tamaño de una lenteja (de entre 1 y 5 milímetros), muy usadas en la industria de este material. Aunque parecen bellas (recuerdan a pequeñas piedras preciosas), las que acaban en el mar están causando un desastre
Cuando están en el agua, estas ‘perlas’ recogen tóxicos en su superficie y luego son ingeridas por los animales, que por tanto se contaminan. Los peces las ingieren porque los confunden con presas de pequeño tamaño que forman parte de su alimentación.
A diferencia de los microplásticos que se separan de estructuras plásticas más grandes, estas lágrimas se fabrican así para luego usarse en productos tan variopintos como botellas de agua de un solo uso o carcasas de televisores, ya que son fáciles de calentar, fundir y darles forma.
Entre las bacterias que se quedan atrapadas en su superficie se encuentra la ‘E. coli’, conocida en España por la crisis de los pepinos de 2011. En un estudio realizado en cinco playas de baño escocesas y publicado a comienzos de este año se encontraron lágrimas de sirena con esta bacteria tóxica.
Si acaban en el agua es por un descuido durante el transporte o procesamiento. Así, sin pretenderlo, terminan en tuberías que llevan a océanos o ríos, o bien en la tierra. También llegan por derrames industriales.
De acuerdo a una asociación medioambiental escocesa, solo en Reino Unido pueden acabar en la naturaleza entre 5000 y 53.000 millones de perlas por “vertidos accidentales de la industria del plástico”, y que estos se pueden encontrar “en abundancia” en la línea costera de todo el país.
Según el mapa de Nurdle Hunt (“La caza de ‘nurdles’”, en español), las playas del litoral cantábrico, mediterráneo (sin llegar a Andalucía ni Murcia), de la provincia de La Coruña y de algunas islas son las que tienen una mayor cantidad encontrada de estas perlas.
El mapa se actualiza con datos de los voluntarios que limpian las playas, así que, si quieres contribuir al exterminio de los ‘nurdles’, solo tienes que seguir la guía de identificación.
Fuente: Tecnoxplora