Las compañías tradicionales de combustibles fósiles continúan financiando nuevos hidrocarburos para la producción de plástico. La capacidad podría de producción aumentar en un tercio en cinco años.
La producción mundial de plásticos está experimentando una nueva primavera. A pesar de la situación particularmente crítica desde el punto de vista medioambiental, el sector se está acelerando en lugar de ralentizarse, lo que obliga al Planeta a gestionar, en los próximos 10 años, cantidades cada vez mayores de residuos plásticos. Detrás de este aumento está no sólo el crecimiento del consumo: una de las principales causas es la industria de los combustibles fósiles y, en particular, la industria estadounidense del gas de esquisto bituminoso.
La producción mundial de plásticos está ligada al sector de los hidrocarburos por medio de un doble hilo. El 99% de los materiales plásticos sintéticos proceden hoy en día de productos químicos obtenidos a partir de combustibles fósiles, hasta el punto de ser, en muchos casos, una parte integral de la cadena de suministro de petróleo, gas y carbón. Hay varias empresas que operan en el sector de los combustibles fósiles, que también poseen empresas de plásticos.
El Center for International Environmental Law publicó un informe, resaltando que este tipo de interdependencia es la base para la próxima “ola” de envases no biodegradables. Fue y es el auge de los combustibles de bajo costo lo que encendió la mecha, lo que ha reducido el coste de las materias primas. En EE. UU., la revolución del petróleo y el gas de esquisto bituminoso no sólo ha provocado el desplazamiento de los productores tradicionales, sino también la canalización de inversiones multimillonarias en plásticos.
“Como la producción de combustibles fósiles está muy localizada en áreas específicas, la fabricación de plásticos también se concentra en regiones específicas, particularmente en la costa del Golfo de Estados Unidos“, explica el Centro en un reciente informe de investigación titulado Fueling Plastics. Desde 2010, la industria estadounidense de hidrocarburos ha invertido más de 180.000 millones de dólares en nuevas instalaciones de cracking (un proceso de división de largas cadenas de moléculas de petróleo en cadenas más pequeñas) que producirán monómeros de plástico. Esta producción, a su vez, está fomentando nuevas inversiones en Europa. En sólo cinco años, estas inversiones podrían aumentar en un tercio la capacidad mundial de fabricación de plásticos.
“Hay una gran relación entre las compañías de petróleo y gas y los plásticos“, explica Carroll Muffett, presidente del Centro de Derecho Ambiental Internacional. “Podríamos quedarnos atascados en décadas de producción de plásticos no biodegradables en un momento en que el mundo se está dando cuenta de que deberíamos utilizarlos mucho menos“.
El reciclaje ha demostrado ser una formula que no funciona, cada vez se produce más y más plástico, nosotros como consumidores tenemos en nuestra mano rechazar los productos plásticos, reducir nuestra dependencia del plástico no biodegradable, solo así podrá ser un mal recuerdo del pasado. Y como no, exigir a nuestros gobernantes que prohiban o limiten su uso lo máximo posible.¡Di NO al plástico!