Los manglares son bosques húmedos en los que generalmente se mezcla el agua dulce de lluvia o ríos con el agua salada de mar. En estos ecosistemas prevalecen diferentes especies de mangle, un tipo de vegetación leñosa tolerante a la sal, y son sitios de reproducción para diversas especies marinas, como aves costeras, crustáceos y peces.
Tienen una labor fundamental en la mitigación de impactos por el cambio climático, como la erosión costera y el cambio gradual de la temperatura, al secuestrar dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera.
Están expuestos a fenómenos naturales relacionados con el cambio climático, como la subida del nivel del mar, eventos de crecida de las aguas y fenómenos meteorológicos, entre otros.
En el caso de huracanes, por ejemplo, funcionan como barreras naturales que disminuyen el impacto por fuerte oleaje y ráfagas de viento en las zonas costeras.
Los humedales próximos a comunidades urbanas, a pesar de ofrecer múltiples servicios ambientales, en la mayoría de los casos soportan impactos adversos que tienen su origen en la actividad antropogénica, es decir, la tala de mangles, bloqueo de los accesos de agua y presencia de desechos sólidos en las zonas de manglar.
Estas afectaciones, por lo general, son apreciadas fácilmente en la disminución de su cobertura vegetal, así como la disminución o modificación de su diversidad biológica.
Investigadores de UABCS desarrollan biotecnología oportuna
Un equipo de investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) desarrolla biotecnología para reproducir mangles en invernadero, a fin de repoblar humedales de Baja California Sur.
SNI) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), codirector de la investigación, mencionó que están desarrollando técnicas de reproducción en invernadero del mangle rojo (Rhizophora mangle), blanco (Laguncularia racemosa) y negro (Avicennia germinans).
El doctor Juan Manuel López Vivas, profesor e investigador de la UABCS y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (“Lo que buscamos con este proyecto es conjuntar diferentes sectores y empezar una reforestación de los manglares, debido a que son organismos muy importantes en la vida cotidiana y la importancia principal es que nos alimentamos de mucho de los recursos que viven en ese lugar, es decir, hay crustáceos, moluscos, peces”, mencionó López Vivas.
En la etapa experimental han cultivado 300 organismos, cien especímenes de cada una de las siguientes localidades: San Ignacio, en el municipio de Mulegé; Bahía Magdalena, en el municipio de Comondú, y Bahía de La Paz, en el municipio de La Paz.
Los mangles han sido reproducidos en un invernadero de una superficie de cien metros cuadrados, es decir, de dimensiones de diez metros por diez metros, ubicado en las instalaciones de la Unidad UABCS Pichilingue, próxima a un ecosistema de humedal.
Los investigadores destacan, entre los servicios ecosistémicos que ofrecen estos humedales en particular, la función de áreas de resguardo, reproducción y crianza de una gran variedad de especies de interés comercial que benefician a las pesquerías de los litorales de la entidad.
Por lo tanto, señalan que es prioritario enfocar esfuerzos en la ejecución de programas de recuperación de manglares de la península de Baja California.
“Estos lugares son cuneros, con un hábitat donde muchas especies se desarrollan en sus primeras etapas o hasta su etapa adulta y luego nosotros nos alimentamos de estos organismos, además producen una gran cantidad de carbono, es decir, carbono orgánico, que otra vez ingresa al sistema marino, y otro es el oxígeno que producen estos organismos”, mencionó López Vivas.
La siguiente etapa del experimento consiste en trasplantar los ejemplares cultivados en invernadero a humedales cercanos a las costas de Bahía de La Paz principalmente. De la misma forma, promover un programa de reforestación, en colaboración con la Secretaría de Marina (Semar) y otras instituciones interesadas en el programa de repoblamiento.
López Vivas subrayó que están esperando a que se apruebe el programa a fin de seguir con el proyecto e iniciar con el cultivo de las distintas especies de mangle en las zonas de La Paz.
“La situación de los manglares en Baja California Sur es muy complicada, lo que hemos observado es que es un organismo que está protegido por la Norma Oficial 059 pero que realmente no se cumple esta protección. Si nosotros vamos a las playas, vemos que los vehículos están estacionados cerca de los manglares, lo que compacta el sedimento y ya no se puede recuperar el hábitat para que los manglares se desarrollen en ese mismo lugar”, señaló López Vivas.
Una iniciativa que involucra diversos sectores de la sociedad
La investigación forma parte de una iniciativa interinstitucional promovida por la UABCS, a la que se han sumado diversas dependencias de gobierno y cooperativas de pescadores de laguna San Ignacio, en el municipio de Mulegé, al norte de la entidad.
Los pescadores y habitantes de aquella zona solicitaron la intervención de los investigadores para repoblar los mangles de la laguna, porque han observado una disminución de la cobertura vegetal en los últimos años.
En la actualidad, el mangle sigue en proceso de análisis en invernadero para que su adaptación al medio natural sea exitosa.
El representante en México del Centro para la Biodiversidad Biológica, el biólogo Alejandro Olivera, señaló que son muy importantes los manglares para la productividad pesquera.
Expuso que en el noroeste mexicano los manglares han sufrido deforestación debido al avance de la frontera agrícola, ganadera, la construcción de desarrollos turísticos y, en particular, en Sonora y Sinaloa, por los afluentes de agua de granjas de camarón que son desechados en las costas.
Los involucrados concluyen que hace falta trabajar en la restauración de estos humedales para garantizar la conservación de los ecosistemas costeros de Baja California Sur.
Fuente: Conacyt