La llamada roya es un hongo (Hemileia vastatrix) que afecta la planta del café y es reconocida como un problema mundial; y un ejemplo de ello es Veracruz, donde en 2014 generó pérdidas casi del 45 por ciento a los cafeticultores.
Esta enfermedad afecta a las hojas del cafeto al grado que suspende la fotosíntesis y provoca que el fruto caiga antes de su maduración. En busca de detener al hongo, los cafeticultores emplean químicos ante los cuales la misma planta ha creado resistencia, de manera que ahora son poco efectivos y tienen efectos negativos al medio ambiente.
Ante este problema, un equipo científico de la Universidad Veracruzana (UV) desarrolló un método de control orgánico que anula a la roya del café y permite la producción de frutos. Por el proceso de control, diseñado en conjunto con especialistas del Instituto de Ecología A. C. (INECOL), los investigadores obtuvieron una patente que permitirá la industrialización del desarrollo o de su transferencia tecnológica.
El investigador de la UV, doctor en Ciencias Agrícolas Gerardo Alvarado Castillo, explica que el oxicloruro de cobre es el fungicida más utilizado para combatir a la roya, pero ha perdido efectividad, posiblemente porque ha creado resistencia por parte del hongo. No obstante, el mejoramiento genético, método científico también empleado a nivel mundial para su detención, de igual manera ha manifestado resistencia.
“La roya es policíclica, tiene hasta ocho ciclos de vida en un año y dependiendo de las condiciones ambientales su reproducción es sexual, asexual y por criptosexualidad (sexualidad oculta). Entonces va mutando y eso hace que sea más resistente genéticamente. Por otra parte, el mejoramiento genético con variedades de especies de café, como los Catimores, hace más resistente a la planta, pero afecta el sabor final”, puntualiza el especialista.
Fue así que se determinó en primera instancia en atacar a la espora del hongo para que no hubiera reproducción, se rompiera el ciclo vital y se evitara su desarrollo. Se hicieron prueban con sustancias alternativas de tipo orgánico en laboratorio y se observaron resultados alentadores, pues se evita la germinación de la roya, de manera que se controló la enfermedad, se evitó el daño a la planta y la propagación de la enfermedad.
“Es como en las personas, ante una enfermedad los metabolitos se encargan de detener su avance y dejan de enfocarse a otras funciones, en este caso a la producción de frutos”, cita como ejemplo el doctor Alvarado Castillo.
Agrega que el efecto del producto se verá a través de la evaluación del estrés de las plantas, para lo cual emplean la proteína L-Prolina.
En el mundo, la especie arábica de café es más empleada pues es la de más calidad. No obstante, para la mejora genética que controle a la roya se emplean variedad como los Catimores, pero éstos afectan la calidad de la tasa, es decir, el fruto pierde acidez, cafeína y sabor.
De manera que el investigador de la UV sugiere seguir cultivando arábica, pero mantener un protocolo para prevenir, controlar y erradicar la roya y mantener el café de calidad de exportación.
Finalmente, explica que en la búsqueda de la patente del proceso de control se acercaron a la doctora Griselda Benítez, de INECOL, con quien determinaron el método de empleo y las dosis efectivas para el control de la roya del café. Aun se trabaja en pruebas de campo a fin de desarrollar un proceso completo.
El café es el segundo producto de mayor exportación del país, detrás del petróleo, y según cifras de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, la producción nacional del café verde u “oro” entre 2016 y 2017 ha sido de 3 millones 385 mil 552 sacos de 60 kilogramos.
Fuente: Agencia ID