El reciclaje de las botellas de refresco también depende del color. Los plásticos PET (por el tereftalato de polietileno , el más utilizado en bebidas y textiles) de las botellas solo pueden reciclarse en otras botellas si no están coloreados. Pero ese problema empieza a tener fecha de caducidad: Ioniqa, una startup holandesa surgida de la Universidad de Eindhoven, ha desarrollado una tecnología capaz de reciclar, todavía a pequeña escala, PET coloreados.
Coca Cola trata así de reaccionar a las presiones por la influencia que tiene la compañía en la contaminación mundial. Cabe recordar que Coca Cola es actualmente la empresa que más contamina los mares, según los datos de la iniciativa Break Free from Plastic. Esta compañía, junto a su rival Pepsico y Nestlé representan el 45% de los plásticos en los mares. Según sus datos, el 80% de las 8.300 millones de toneladas métricas de plástico producidas desde 1950 todavía perdura en el medio ambiente, fundamentalmente en los océanos.
En marzo pasado, Coca-Cola reveló por primera vez la cantidad de envases de plástico que produce de manera anual: tres millones de toneladas, el equivalente a 200.000 botellas por minuto. Lo ha hecho después de que un informe reclamara a otras compañías internacionales que pusieran fin al secretismo en torno al aporte que hacen a la contaminación por plástico global.
El avance para el reciclaje anunciado ayer en una jornada con prensa europea y asociaciones para explicar parte de su política medioambiental, a cuyo viaje invitó a varios medios internacionales, está aún en sus primeros pasos y está lejos de generalizarse. Llega tarde para las botellas de Sprite en el Reino Unido. Para facilitar su reciclaje, aseguran desde la empresa, han cambiado el verde por el claro, aunque en otros mercados como el español mantienen su color habitual. En España, sin embargo, las botellas de Aquabona sí han pasado del verde al blanco, también por política de sostenibilidad.
Detrás de los avances para convertir basura marina en una botella para un refresco está la tecnología de Ioniqa, comprada por Coca Cola a finales del pasado año. Actualmente se utiliza lo que se llama reciclaje mecánico, que rechaza, por sus impurezas, los materiales de color. La clave está en lograr un reciclaje químico, capaz de separar las moléculas del PET. “Lo que ha desarrollado Ioniqa es un catalizador capaz de separar esas moléculas”, explica Diego Lugagne, Packaging Innovation manager para Europa, Oriente Medio y África.
La tecnología tiene más aplicaciones, e incluso más potentes: también permite reciclar materiales con base de poliéster, como las telas, justo cuando la presión medioambiental sobre el sector textil comienza a hacerse presente. De momento, Ioniqa ya ha puesto en marcha su primera fábrica, en Holanda. Puede procesar 10.000 toneladas anuales.
Los procesos industriales del reciclaje son solo una parte de los esfuerzos de la marca en el tratamiento de los residuos. La empresa actúa en varias direcciones, como su colaboración con la empresa norteamericana Loop, que ya opera en Francia y Estados Unidos y a partir de 2020 lo hará en el Reino Unido. Se trata de una empresa que lleva y recoge a domicilio varios productos de uso masivo, como detergentes, refrescos y champús, limpiando y rellenando sus envases.
Fuente:
Tomás López Morales, T. L. M. (2019, 4 octubre). Por qué el color de las botellas de refresco es un problema para el reciclaje. Recuperado 4 octubre, 2019, de https://retina.elpais.com/retina/2019/10/03/tendencias/1570117490_014343.html