El baobab (Adansonia), un árbol que puede vivir cientos de años, es uno de los símbolos naturales más icónicos de la sabana africana. Sus enormes proporciones que alcanzan los 30 metros de altura y sus flores efímeras y frutos carnosos de distintas formas los hacen diferentes a cualquier otro tipo de árbol, siendo fácilmente reconocidos por las personas a pesar de no ser expertos en dendrología.
Estos imponentes árboles que parecen haber sido plantados al revés, están muriendo de forma masiva, sobre todo los ejemplares más antiguos, alarmando a científicos de todo el mundo que han comenzado a investigar las causas de este preocupante fenómeno.
En el año 2005, un equipo internacional de investigadores comenzó un estudio para poder calcular la edad de estos árboles, ya que sus troncos carecen de los anillos característicos de otras especies que son utilizados normalmente para calcular cuantos años ha vivido el ejemplar. Durante la investigación de campo, los científicos identificaron que antes del 2018, murieron total o parcialmente nueve de los 13 baobabs que eran considerados como los más antiguos de África, además de cinco de los seis de mayor tamaño. Sumado a esto, en el año 2011 un baobab ubicado en Zimbabue que era considerado el más antiguo del continente, colapso completamente, los investigadores calculaban que la edad de este era mayor a los 2,500 años.
Estadísticamente, es prácticamente imposible que una cantidad tan grande de viejos y grandes baobabs mueran en un período de tiempo tan corto debido a causas naturales
El estudio publicado en Nature Plants advierte que a pesar de que se trata de un pequeño conjunto de datos, la tendencia es alarmante. Los investigadores no han podido encontrar una explicación a la muerte de estos árboles, pero señalan como causa más probable a las consecuencias ambientales que ha traído el cambio climático como el aumento de la temperatura y la sequías que han modificado significativamente las condiciones al sur de África.
Es necesario realizar más investigaciones para llegar a la conclusión que nos indique porque están muriendo estos árboles, pues además del cambió climático, se debe considerar otras acciones humanas como la deforestación y el regadío.
Fuente: GreenScreen