2.600 millones de personas en todo el planeta no tienen acceso a inodoros seguros. Además de repercutir en su salud, mujeres y niñas “se enfrentan a altas tasas de violencia cuando no tienen acceso a un saneamiento seguro y digno“, según la bioquímica y empresaria Diana Yousef, directora ejecutiva de Change WATER Labs. Ella está trabajando en una solución: un inodoro portátil, sin intalaciones de fontaneria, sin necesitada de agua o electricidad.
“El 80 % de las enfermedades en todo el mundo son atribuibles a un saneamiento deficiente“, dijo Yousef en un video de YouTube de los Premios Iniciativa de Mujeres Cartier; donde es finalista en 2018.
Los grupos indígenas, las personas que viven en la pobreza o los refugiados no tienen muchas opciones para hacer frente a la falta de un saneamiento adecuado. Así que están trabajando en un inodoro de bajo coste, portátil y sin necesidad de instalaciones, compacto y seguro para el medio ambiente, capaz de evaporar el 95 % de las aguas residuales sin energía con la ayuda de una simple membrana polimérica. Los usuarios no necesitarían instalación de fontanería o agua para tirar de la cadena del inodoro.
La membrana actúa como una esponja, “absorbiendo y acelerando la evaporación de los líquidos sin el uso de energía o calor… Los vapores liberados son agua pura y limpia, mientras que los sólidos secos que quedan están contenidos de forma segura dentro de la membrana“. Esta reducción de volumen significa que los inodoros sólo tienen que ser revisados una o dos veces al mes. Yousef ha comentado que el inodoro devuelve las aguas residuales a la naturaleza “en su forma más pura” en un intento de promover un “ciclo de uso y reutilización de una manera más eficiente, sostenible y baja en emisiones“.
El despliegue sobre el terreno podría tener lugar a finales de este año; Yousef tiene tres asociaciones piloto en Estados Unidos, América Central, y en Oriente Medio y África.
Fuente: Ecoinventos