Actores de la triple hélice ven en la industria espacial el potencial para consolidarse a nivel nacional como parte del sector aeroespacial —predominantemente aeronáutico—, que hasta 2016 posicionaba a México entre los 12 principales países exportadores a nivel mundial, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El desarrollo de una industria espacial nacional implica importantes desafíos: la formación de recursos humanos especializados, la implementación de un modelo fiscal que incentive la creación de empresas nacionales y la generación de empleos que vayan más allá de la manufactura, por mencionar algunos.
Entrevistado tras su participación en el primer Simposio sobre Inteligencia Artificial e Internet de las Cosas para Aplicaciones Espaciales, el director de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), Francisco Javier Mendieta Jiménez, indicó que una de las aplicaciones que se consideran para la tecnología espacial en México son las telecomunicaciones.
Precisó que aunque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) cuenta con programas para ampliar el servicio de Internet en el país, la cobertura al 100 por ciento solo podrá lograrse vía satelital.
Otra de las aplicaciones es el monitoreo del territorio mexicano por medio de imágenes satelitales que se convierten en herramientas para la toma de decisiones en áreas como la agricultura y la meteorología.
“El espacio da para muchas otras cosas, por ejemplo posicionamiento global, el GPS, a partir de las señales que reciben satélites que se encuentran orbitando la Tierra, envían información muy precisa a los receptores en nuestros celulares, automóviles, aviones, etcétera”, ejemplificó.
Para el director de la AEM, la industria espacial podría detonar un rápido crecimiento en los próximos años a nivel nacional como ocurrió con el sector aeronáutico; sin embargo, la expectativa es que, además de manufacturar, se produzcan tecnologías de la información y comunicación (TIC), programación, procesamiento, inteligencia, actividades que generan empleos para profesionistas especializados.
“Estoy seguro de que en muy pocos años vamos a tener una industria espacial, mucho va a residir en el tema de software, programación, redes, sistemas, a diferencia del sector aeronáutico que es dominantemente en manufactura, electrónica y cuestiones más tangibles, el mundo del futuro es la inteligencia artificial, son cosas intangibles, son virtuales”.
Proyectos nacionales
De acuerdo con el documento Conociendo la industria aeroespacial, elaborado por el Inegi y publicado este año, el sector aeroespacial en México se concentra principalmente en la producción de aviones (civiles, comerciales, de combate y fumigadores), avionetas, planeadores y helicópteros; partes, componentes y accesorios para ensamble de aeronaves, discos de freno, estabilizadores, fuselajes, hélices, rotores, trenes de aterrizaje, motores y turbinas, entre otros, producción en la que Baja California destaca como una de las principales entidades de México con mayor concentración de empresas.
Tomás Sibaja, presidente del Clúster Aeroespacial de Baja California, destacó que en el estado ya hay “tierra fértil” para el desarrollo de una industria espacial, debido a la presencia de instituciones educativas que ofertan las carreras que la industria demanda para atraer y retener inversión.
“Por tal motivo, en el segmento espacial, vemos con interés cómo la AEM da ese voto de confianza a la entidad, porque llevamos más de 50 años atendiendo el segmento —en general— aeroespacial, que incluye el espacial”.
Subrayó que dentro de las metas que el sector ha planteado para cumplir hacia el año 2035, se encuentran no solamente las oportunidades de desarrollo profesional, sino también la certidumbre a proyectos extranjeros y nacionales.
“Como clúster aeroespacial sentimos que vamos en el camino correcto. Estamos entrando en los nichos que nos permite el mercado por nuestra estructura que tenemos en México, vinculados a los centros maduros de tecnología a nivel internacional, de tal manera que no solamente dependamos de lo que ellos envían sino que empecemos a desarrollar, innovar y tener proyectos propios”.
Las nuevas tendencias
El presidente del Clúster Aeroespacial de Baja California expuso que como iniciativa privada están impulsando a emprendedores con proyectos para crear empresas pequeñas que produzcan tecnologías innovadoras que no demandan infraestructura costosa.
“Ellos (los emprendedores) se sienten más a gusto teniendo el control dentro de un espacio mucho más pequeño donde pueden realmente innovar con lo que tienen a la mano, con la misma función y eficiencia de uno más grande”.
Apuntó que con ello se aprovechan ventajas, como insertarse en la tendencia tecnológica hacia la reducción del hardware, se producen satélites que no demandan los servicios de los escasos centros de propulsión y se innova para lanzar al espacio satélites pequeños.
“Ya no necesitas un gran satélite para analizar el movimiento de las ballenas por el mar de Cortés, no necesitas un gran satélite para ver si hay plagas en la región de San Quintín, eso lo puedes hacer con un satélite mucho más pequeño que cumple una función de tres semanas, cae a la Tierra y se desintegra”.
Citedi) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con sede en Tijuana, coincidió en que la producción de nanosatélites, cubesats y satélites pequeños figura como la tendencia tecnológica actual en la industria espacial.
El doctor Julio César Rolón Garrido, director del Centro de Investigación y Desarrollo de Tecnología Digital (“Es una tecnología disruptiva porque se ha empezado a demostrar que en esos pequeños tamaños se pueden lograr cosas muy parecidas a las de las grandes naves espaciales, satélites de varias toneladas, y para ciertas aplicaciones es mucho más rentable diseñar algo muy compacto y lanzarlo al espacio, que tener estas grandes naves, además del costo de construcción y el tiempo de construcción de los satélites grandes, que eso solo se lo pueden permitir los grandes corporativos”.
Incentivos para la industria
Rolón Garrido puntualizó que la consolidación de la industria espacial en México dependerá de varios factores, pero mencionó como los principales la formación de especialistas, la generación de empleos de vanguardia y el otorgamiento de incentivos fiscales que permitan a los emprendedores crear nuevas empresas.
“No es solamente tener empleo sino crear empresas de vanguardia tecnológica y para eso el gobierno tiene que hacer cambios en la estructura fiscal que permitan que los jóvenes emprendedores tengan condiciones más fáciles para llegar a competir a nivel global”.
Refirió que en países avanzados, la estrategia que han seguido ha sido precisamente otorgar incentivos fiscales a los emprendedores durante la etapa de consolidación de empresas de base tecnológica que después se incorporan al sistema económico para cumplir sus obligaciones.
El director del Citedi comentó que a nivel internacional, la tendencia en la industria es la apertura de empresas pequeñas con instalaciones que no son sofisticadas pero que permiten madurar tecnologías.
“Todos los gobiernos que comprenden la utilidad de la ciencia y tecnología, fomentan que sus empresas tengan condiciones favorables para desarrollarse cuando tienen estas ideas de nuevas generaciones de tecnología, nosotros es algo que no vemos en nuestro ecosistema”.
El académico enfatizó que otro punto a tomar en cuenta es el involucramiento de los tomadores de decisiones en los temas de desarrollo tecnológico, de tal forma que se sensibilicen y lo integren a sus agendas.
“Los tomadores de decisiones no se acercan, es otro punto, otro flanco que tenemos que motivar, porque si el tomador de decisión no es consciente de hacia dónde van las cosas, no puede cambiar el paradigma de la toma de decisiones, que es lo que va a facilitar la reconversión tecnológica del país”, concluyó.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt