De acuerdo al Fondo Monetario Internacional, Japón es la tercera economía más grande a nivel mundial (PIB nominal) y la cuarta por paridad de poder adquisitivo (PPA). La lección que debemos aprender de ellos es que consiguieron este crecimiento después de la devastación que sufrieron después de la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo le hicieron? No fue un milagro. La cultura japonesa se caracteriza por el trabajo duro y la buena administración. También se tienen una altísima tasa de ahorro entre los países industrializados (se estima que el ahorro medio llega al 25%.). ¿Y nosotros? Datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) revelan que casi el 40% de la población mexicana no ahorra y que, si hay ahorro alguno, suele ser pensado para el corto plazo. Lamentablemente somos un país de analfabetas financieros ¡Tú puedes ser la excepción! Ponte las pilas y ahorra con el método japonés: Kakebo.
¿Qué es?
El Kakebo es una adaptación del Kakeibo o libro de cuentas nipón para la economía doméstica. Motoko Hani lo desarrolló en 1904 con el propósito de ayudar a las mujeres en gestión de las finanzas del hogar. ¿Les suena machista? Pues no, Hani fue fundadora de la primera revista femenina del país y el objetivo no solamente era controlar las finanzas del hogar sino otorgar más poder a las mujeres del país, ya que su dinero dependía del ahorro (el cual solía ser de un 15% de los ingresos). En la actualidad, para los japoneses es común comprar uno a principio de año (aunque los más jóvenes hacen uso de aplicaciones como MoneyTree). Se trata, desde un principio, de gestionar mejor el dinero para poder disfrutar lo que ahorres. ¿Te suena?
Se trata, desde un principio, de gestionar mejor el dinero para poder disfrutar lo que ahorres / Imagen: Despositphotos.com
¿Cómo funciona?
Kakebo se basa en la previsión mensual de los gastos fijos y el control del resto de los gastos mediante categorías concretas como supervivencia, ocio y vicio (sí, las chelitas van aquí), cultura y extras. También puedes anotar los ingresos extras (o sorpresa). Eso suena básico pero el Kakebo te permite establecer objetivos y hacer promesas (así es, te comprometes por escrito y contigo mismo(a)). Y te ayuda a realizar un análisis de resultados para conocer tus avances. Es así que puedes condicionar tus hábitos de consumo, sobre todos los que consideres prescindibles, para mantener unas finanzas sanas.
El truco está en hacer las cuentas de cada día. Eso requiere un poco de disciplina pero, al final del mes, sabrás cuáles han sido tus gastos inútiles (o sea, el minidesfalco que puedes evitar en un futuro no tan lejano).
La versión en español de Kakebo es sumamente visual con los ingresos representados con un cerdito (símbolo japonés del ahorro) y los egresos por un lobo. Aparte de la sección de cuentas, el librito proporciona trucos de ahorro como guardar la moralla y consejos financieros como tomar decisiones de compra que sean inteligentes. Hay unas que incluyen un mini kakebo para al ahorro durante los viajes.
¿Es para mí?
No importa si eres buen administrador o alguien despistado y manirroto, siempre es bueno redescubrir tu economía para saber dónde, cuándo y cuánto dinero gastas en cada cosa. Hacer un presupuesto es una excelente opción para ahorrar, pero mantenerlo al día es difícil. Kakebo facilita la tarea porque combina la disciplina contable con el entretenimiento. Si lo tuyo no es escribir a mano, tenemos una buena noticia: hay varias apps en español y hay una que se ve prometedora.
Siempre es bueno redescubrir tu economía para saber dónde, cuándo y cuánto dinero gastas en cada cosa / Imagen: Depositphotos.com
Pero como dice el dicho: El que quiera azul celeste, que le cueste… Si bien el método Kakebo te facilita tomar conciencia de los gastos innecesarios o los que puedes reducir para ahorrar dinero, no ahorra por ti. Tienes que echarle ganas. Si tus notas te parece que ya son suficientes, entonces continúa así pero incentívate a ahorrar. Ponte una meta y ¡alcánzala!
Por último…
No tienes que comprar forzosamente la libretita que encuentras en librerías de prestigio o en línea (en 2014 fue el libro más vendido en Amazon España). Puedes descargar algunas plantillas gratuitas en Internet. Las encuentras desde una versión básica de Excel hasta con atractivos diseños que encuentras en Pinterest. También puedes hacer el tuyo propio. Hay diversos tipos de kakebos en Japón para todo público. Inspírate y arma tu propio kakebo.
Si requieres de mayor información para convencerte de la eficacia del Kakebo, no te pierdas este video:
Llevar un control de gastos siempre es recomendable para una mejor organización. Sabemos que ahorrar no es lo más fácil del mundo, pero con este método es menos complicado de lo que te imaginas. No es tanto ahorrar, sino saber administrarse. Recuerda que la primera (y única regla) es no gastar más de lo que ganas. Y eso que puedes hacer ciertas excepciones siempre y cuando manejes bien el préstamo o crédito otorgado y pagues a tiempo para no endeudarte.
Fuente:
<p; tab-interval=”36pt”>Villeda, K. (2020, 22 julio). Cómo ahorrar con estilo (japonés). Recuperado 22 de julio de 2020, de https://www.entrepreneur.com/article/288210</p;>