Este no es otro artículo más sobre el reto del futuro del trabajo. Probablemente coincidirás en que el tema en sí no es del todo novedoso. No es que ya estemos suficientemente concienciados de lo que está por venir, sino que la propia evolución de las profesiones, los oficios o los modelos de negocio gracias a los avances tecnológicos no es un fenómeno reciente, y mucho se ha escrito ya sobre ello. Este es un artículo que pretende destacar cómo, a través de la colaboración entre empresas, instituciones y organizaciones sociales, debemos afrontar el reto de la digitalización del empleo desde la óptica de la igualdad y la inclusión para que todos podamos aprovechar las oportunidades que la digitalización nos brinda.
Las empresas, escuelas, instituciones públicas, sindicatos y demás organizaciones sociales no podemos ser ajenas a una realidad que está a la vuelta de la esquina: en los próximos 10 o 15 años, la automatización cambiará por completo muchos entornos laborales. Tareas que hoy son cotidianas ya no lo serán tanto. Es cierto que este fenómeno puede crear una bolsa de desplazados en el mercado laboral, especialmente para aquellos empleos denominados “de baja cualificación”. Pero al mismo tiempo se estima que se crearán 21 millones de nuevos puestos de trabajo a nivel global, y un 90% de ellos precisarán al menos algún nivel de habilidades digitales. Solo en España se calcula que se crearán 1,25 millones de empleos de aquí a 2022.
“La tecnología ha de servir para empoderar a las personas y no ser un factor más de exclusión”
Ante este futuro cargado de oportunidades, no podemos permitir que la brecha digital de hoy termine convirtiéndose en uno de los factores de desigualdad más importantes para la sociedad que viene. La tecnología ha de servir para empoderar a las personas, ha de seguir siendo una herramienta que les ayude a superarse y a descubrir nuevas posibilidades, y no un factor más de exclusión.
Para superar este reto, la formación en competencias digitales es la mejor de las armas posibles. Tal y como dijo la Ministra de Educación, Isabel Celaá, al asumir su nueva cartera, “la educación es la primera herramienta para la igualdad y la puerta a una economía competitiva”. Desde Google llevamos más de cuatro años invirtiendo en diferentes proyectos de formación en habilidades digitales en España siempre con un enfoque claro: mejorar la empleabilidad de aquellos que más lo necesitan como fórmula para incrementar la competitividad de nuestra economía. Los datos sobre nuestro impacto demuestran que estamos en el camino correcto. Solo con Google Actívate, nuestro programa de formación de habilidades digitales dirigido a jóvenes, parados y personas en busca de un cambio profesional, hemos conseguido que 41.000 personas encuentren trabajo o emprendan en el sector digital.
Este año nos hemos propuesto conducir nuestros esfuerzos al siguiente nivel y llevar la formación de competencias digitales a aquellos rincones donde es más difícil llegar. Para ello hemos puesto en marcha Digitalizadas, el mayor proyecto de estas características dirigido a mujeres de entornos rurales en nuestro país. Esta iniciativa de Google.org pretende entrenar a 5.000 mujeres a lo largo y ancho de toda nuestra geografía gracias a la participación de la Fundación Mujeres y Cibervoluntarios. Juntos estamos enseñando competencias digitales básicas y guiamos a las alumnas para que esas enseñanzas les sean verdaderamente útiles para emprender, encontrar empleo a través de internet e incrementar su participación en la sociedad digital. Con Digitalizadas queremos romper la brecha de género y la división con el mundo rural empoderando a mujeres con herramientas que fomenten su confianza, autonomía e independencia.
En Google creemos que el talento no entiende de condición social, del lugar de procedencia o de la propia identidad. Florece ahí donde se siembra, crece con estímulo y brilla con el apoyo de todos los agentes implicados. A través de programas como Digitalizadas estamos creando un ecosistema que apuesta por el talento, favorece la innovación y potencia su propia resiliencia ante los cambios que están por venir.
Creemos que a través de este tipo de fórmulas de colaboración conseguiremos hacer de España un país en el que la digitalización, lejos de estar reñida con el progreso social y económico, sea un factor clave para la prosperidad de sus individuos, la igualdad de la sociedad y en definitiva, la competitividad de toda la economía. Tenemos un futuro prometedor por delante. Sigamos trabajando juntos para transformar la adversidad en oportunidad.
Fuente: El Pais Retina