En Corea del Sur el gobierno se ha propuesto luchar contra las largas jornadas laborales que se estilan en el país. Y ha empezado dando ejemplo: apagará los ordenadores de sus empleados los viernes a las 20:00, para evitar se queden trabajando hasta más tarde.
La cultura del trabajo que existe en algunos países asiáticos, como Corea del Sur o Japón, tiene la tendencia a extender la jornada hasta mucho más allá de las horas acordadas. No es difícil ver las oficinas aún inundadas de gente después de la presunta hora de cierre.
El tiempo que los empelados pasan en sus puestos ha llegado a ser una preocupación social. Tanto es así que el gobierno de Corea del Sur se ha propuesto atajar el asunto. Para hacerlo no se le ha ocurrido otra solución que apagar automáticamente sus ordenadores cuando llegue la hora de marcharse a casa.
La solución puede parecer algo drástica, pero hay que tener en cuenta que la cultura de hacer horas extra –sin exigir remuneración a cambio– está muy arraigada en Corea del Sur. Los empleados quieren hacerlas porque sienten que su trabajo se quedará sin terminar si se marchan a su hora. Probablemente antes de adoptar esta medida, el gobierno surcoreano se habrá embarcado en programas de educación y concienciación para cambiar la mentalidad, sin que estos hayan tenido demasiado éxito.
En cualquier caso, a partir del 30 de marzo todos los viernes los ordenadores de los funcionarios surcoreanos se apagarán automáticamente. El plan tiene tres fases para reducir paulatinamente las horas que trabajan los funcionarios. La segunda parte llegará a mediados de abril. El segundo y cuarto viernes los ordenadores se apagarán a las 19:30.
Si a los funcionarios no les ha dado ya un infarto con estas restricciones, habrá una tercera fase. A partir de mayo, todos los viernes el apagón se producirá a las 19:00. Aunque el gobierno podrá realizar algunas excepciones con ciertos ordenadores cuyos trabajadores se encuentren en circunstancias especiales.
Los funcionarios, por supuesto, no están de acuerdo con estas medidas. Según el Gobierno Metropolitano de Seúl, un 67,1% han pedido a las autoridades que hagan una excepción con ellos. Si lo hicieran con todos, en vez de excepciones estaríamos hablando de la norma.
Los funcionarios surcoreanos trabajan una media de 2.739 horas al año, alrededor de 1.000 más que en otros países desarrollados. Si estos trabajadores se tomaran un mes de vacaciones al año, su jornada laboral sería de 57,5 horas a la semana. Y parece poco teniendo en cuento que, recientemente, la Asamblea Nacional de Corea del Sur aprobó una ley para reducir la jornada semanal de 68 horas a un máximo de 52 horas.
Fuente: Tecnoxplora