Se tiene que decir alto y claro: la igualdad de género es un derecho. Y la realización de este derecho es la mejor oportunidad que tenemos para afrontar algunos de los desafíos más urgentes de nuestro tiempo, desde la crisis económica y la falta de atención sanitaria hasta el cambio climático, la violencia contra las mujeres y la escalada de los conflictos.
La realidad es que las mujeres se ven seriamente afectadas por estos problemas, y a la misma vez, tienen ideas y la capacidad de liderazgo para resolverlos.
La discriminación de género, que sigue obstaculizando a las mujeres, es también un obstáculo para nuestro mundo
En lo que se conoce como la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) encontramos una hoja de ruta para lograr progreso sostenible que no deje a nadie atrás.
Lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres forma parte integral de cada uno de los 17 objetivos. Garantizar el respeto de los derechos de las mujeres y niñas por medio de todos estos objetivos es la única vía para obtener justicia, lograr la inclusión, conseguir economías que beneficien a todas las personas y cuidar nuestro medio ambiente, ahora y en las futuras generaciones.
Recientemente, ONU Mujeres, que así se llama la organización de las Naciones Unidas dedicada que promueve la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, presentó su informe denominado Hacer las promesas realidad: La igualdad de género en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
A través de casos y datos concretos, este informe muestra evidencias de la discriminación generalizada en contra de las mujeres y las niñas en todo el mundo y recomienda medidas prácticas para dar cumplimiento a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Y es que dos años y medio después de la adopción de la Agenda, este informe examina, desde una óptica de género, el progreso alcanzado y los desafíos pendientes para la implementación de los ODS.
Ejemplos que aporta este informe son los siguientes:
- En 89 países con datos disponibles, el número de mujeres y niñas que viven en condiciones de pobreza asciende a 330 millones. Esto significa que hay 104 mujeres viviendo con menos de 1,90 dólares al día por cada 100 hombres en la misma situación. La brecha de género se ensancha particularmente durante la edad reproductiva.
- Más del 50% de las mujeres y las niñas en medios urbanos de los países en vías de desarrollo viven en condiciones donde carecen de al menos uno de estos recursos: acceso a agua limpia, instalaciones sanitarias mejoradas, una vivienda duradera y espacio suficiente para vivir.
- La eliminación de todas las formas de violencia en contra de las mujeres y las niñas es una condición indispensable para forjar sociedades pacíficas; sin embargo, 1 de cada 5 mujeres menores de 50 años de edad experimentaron violencia física o sexual a manos de su pareja en los últimos 12 meses.
- Entre 2010 y 2015, en el mundo se perdieron 3,3 millones de hectáreas forestales. Las mujeres pobres de medios rurales dependen de los recursos de uso común, por lo que resultan especialmente afectadas cuando estos se agotan.
De este trabajo se puede deducir hasta qué punto las distintas dimensiones del bienestar y las carencias se cruzan entre sí en la vida de las mujeres y las niñas. Una niña que nace en un hogar pobre y es forzada a un matrimonio precoz, por ejemplo, tiene más probabilidades de abandonar la escuela, dar a luz a temprana edad, sufrir complicaciones durante el parto y padecer violencia que una niña de un hogar con mayores ingresos que contrae matrimonio a una edad más tardía.
El informe devela las profundas diferencias incluso en un mismo país, donde mujeres y niñas viven en mundos completamente distintos en función de sus niveles de ingresos, factores como la raza o la etnia o el lugar donde habitan
Asimismo, el informe no se limita solo a denunciar hechos, sino que ofrece recomendaciones para lograr los cambios necesarios trabajando en cuatro ejes claves de acción:
- Políticas integradas capaces de generar sinergias y ayudar a cumplir varios objetivos a la vez
El logro de la igualdad de género no es solo un objetivo importante en sí mismo, sino que es además un factor capaz de acelerar el cumplimiento de la Agenda 2030 y la obtención de un futuro sostenible para todas las personas.
- Más y mejores estadísticas
En la actualidad, no podemos determinar a ciencia cierta qué está ocurriendo con las mujeres en la totalidad de los 17 ODS. Por un lado, seis de ellos no poseen indicadores que mencionen de manera explícita a las mujeres y las niñas y, por el otro, la falta de datos de género periódicos y oportunos impide hacer un seguimiento apropiado.
- Reducir la brecha de financiación
Se puede lograr un mundo sostenible combatiendo la fuga de capitales no registrados, mediante la revocación de los recortes al gasto público que debilitan las redes de seguridad y los servicios esenciales tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo, y mediante el uso de todas las estrategias disponibles para aumentar los ingresos internos.
- Garantizar la rendición de cuentas
Especialmente por parte de aquellos que ostentan el poder con respecto a los compromisos en materia de igualdad de género. En este esfuerzo, es indispensable la participación de una sociedad civil activa dotada de espacio para expresarse.
Seguro que, después de leer todo esto, estás más en sintonía si cabe con nosotros, por eso, nos gustaría terminar con las palabras de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en la presentación de este informe:
El mundo entero se comprometió a través de los ODS a no dejar a nadie atrás. Los nuevos datos y análisis de este informe indican que a menos que se acelere considerablemente el progreso en materia de igualdad de género, la comunidad internacional no podrá cumplir con su palabra. Es una llamada urgente a la acción, y el informe hace recomendaciones sobre qué camino tomar.
No te pierdas este vídeo sobre la igualdad de género y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS):
Fuente: ecointeligencia