Hidalgo cuenta con 50 por ciento de las especies de nopales que existen en México y fue hasta 1981 el principal productor de nopal y tuna en el país, cuando dejó de formar parte de la industria productora, por lo que el investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo Edgar Iván Roldán Cruz se ha dedicado a investigar la planeación agropecuaria y el desarrollo territorial de estas variedades.
En entrevista, el también candidato al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) explicó que pretende presentar los resultados de su investigación ante la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagro) para implementar una política económica de reactivación de la producción del nopal (verdura y fruta).
Para ello ha publicado su más reciente libro titulado Espacio agrícola y producción de alimentos de Hidalgo, financiado por la Sedagro y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), en el que aborda los resultados de la producción de nopal en el estado, principalmente en los municipios, en donde detectó que Cardonal se ha convertido en la demarcación más productiva de nopal en la entidad, superando a la altiplanicie pulquera que se concentraba en Apan, durante la primera mitad del siglo pasado.
El investigador explicó que hay una reestructuración de la producción del nopal en el estado, asociado con la redistribución de los pequeños productores que ahora se dedican principalmente a la generación de cebada, además de la migración que ha afectado dichas zonas ante las pocas condiciones económicas que existen en estas regiones.
A diferencia de algunos cítricos, el nopal tiene un componente periurbano, es decir, que se produce en la periferia de las ciudades, por lo que fue una de las razones por las cuales Edgar Roldán comenzó a investigar sobre los nopales, además del componente cultural que existe en torno a estos en México y cómo Hidalgo ha funcionado como un banco de producción de especies.
Debido al crecimiento de las zonas urbanas es que ha decrecido la producción de nopales de forma natural, aunado a que impide también la producción de otros productos, como maíz, por ello Hidalgo actualmente se ubica en el décimo quinto lugar a nivel nacional en cuanto a la producción de nopal en el país, según datos de la Sedagro.
Edgar Roldán Cruz explicó que para identificar esta problemática investigó 10 municipios en 15 comunidades del estado, que históricamente se han caracterizado por la producción del nopal, por lo que realizaron talleres, entrevistas focalizadas a líderes campesinos, encuestas a instituciones, así como cuestionamientos a académicos sobre la producción del nopal.
Respecto a la tuna, Hidalgo se ubica en el segundo lugar en la producción de este fruto a nivel nacional, por debajo del Estado de México, con dos mil 500 hectáreas de producción de este tipo de productos, mientras que de nopal verdura apenas contabilizan cien hectáreas de producción.
“No existe un sistema controlado de producción anual de nopal para que los campesinos estén listos para superar las bajas temperaturas o problemas ambientales que afectan la generación de más productos. Además, en las zonas rurales existen también mayores condiciones de sobrepeso, debido al abandono al campo y la sustitución de alimentos industriales que han provocado una mayor obesidad en la población”.
El especialista consideró que para reactivar la producción del nopal se deben cambiar los hábitos alimenticios para volver a consumirlo en la dieta diaria de la población, pues también es un aliciente para disminuir los índices de contaminación y para bajar de peso, por las propiedades que contiene.