Si existiera un índice Starbucks para medir el nivel de globalización de un país, Corea del Sur contaría con una barra que no cabría en el gráfico. Ostenta el mayor ratio de establecimientos a nivel mundial y cuenta con el único local de la franquicia en el que el nombre solo está escrito en un idioma nativo. Los colores y el logo nos ayudarán a identificarlo, pero no precisamente nuestro dominio del coreano. Se trata de un país completamente occidentalizado. Abierto al consumismo desmedido, al culto a la cosmética y a la devoción tecnológica. Pero no todos son bienvenidos. Profesan un amor propio a su propia tecnología. Y si no, que pregunten a Google y WhatsApp.
Que Corea se haya convertido en la undécima economía mundial en poco más de 60 años de existencia guarda una estrecha relación con su obsesión por la digitalización. Los ritmos frenéticos de trabajo y su empeño por la perfección también influyen, pero las nuevas tecnologías han sido indispensables para lo que se conoce como el milagro del río Han. Naver es uno de estos nombres propios. Para algunos será el Google coreano, aunque para ellos no es más que su buscador de referencia. Tres de cada cuatro búsquedas las hacen aquí. Por si alguno está tentado de pensar que Google fue antes, tendrá razón, justo un año; pero su función de buscador universal llegó cinco años antes que la de Larry Page y Sergey Brin.
“Tiene una sección de preguntas y respuestas [conocido como Knowledge iN] con expertos y usuarios desde lo más cotidiano hasta lo más profesional cuya calidad es francamente buena. Naver me encanta para encontrar cualquier información que necesites”, asegura May Kim. Uno de los puntos fuertes que alaban casi todos sus usuarios es que no solo es un buscador, sino un portal de referencia para múltiples servicios. Lo mismo permite leer cómics, que ayuda a hacer los deberes, crear tu propia comunidad en internet o consultar la enciclopedia. “Su página principal es muy clara y nítida. Para mí, la parte de compras online es fundamental, pero su diccionario es simplemente el mejor”, añade Kim.
Para comprender el impacto de Naver en la sociedad coreana, basta con observar cómo su Knowledge iN es una referencia para toda aquel que quiera resolver sus dudas. A muchos les puede venir a la cabeza Yahoo! Respuestas, pero tres años antes, en 2002, este buscador desarrollado por NHN Corp., ya vio las ventajas de que todos colaboraran entre sí. Lo mismo encontramos entradas sobre política que de restaurantes en un pueblo perdido. Esta especie de mezcla entre buscador y wiki coreano dispone de una base de datos de más de 200 millones respuestas. “Todo el mundo lo utiliza”, resume Kim.
- La mensajería se llama KakaoTalk
Con los teléfonos inteligentes, los servicios de mensajería, como WhatsApp y Telegram, han copada la mayoría de nuestras conversaciones, independientemente del país en el que nos encontremos. Sin embargo, en Corea son inútiles. Si alguien pretende hablar con algún coreano, mejor que vaya a su AppStore o GooglePlay y se descargue KakaoTalk, fundada en 2010 por un antiguo dirigente de Naver. “Siento que cuenta con un mejor diseño y mejores funciones que el resto de herramientas. Creo que esto hace que sea la mayor app aquí”, resume Kim. Su impacto es fácil de medir. El país asiático tiene casi 52 millones de habitantes y esta aplicación, según los últimos datos oficiales, suma cerca de 60 millones de usuarios.
Los problemas de comunicación surgen cuando no todo tiene que compartirse en suelo coreano. Al menos es lo que le ocurre a Kenneth Hong, trabajador de una multinacional. Su relación con muchos compañeros trasciende las fronteras de su país y, en el resto del mundo, KakaoTalk no significa nada. En su móvil tiene instaladas todo tipo de apps de mensajería como si de un bazar se tratara. “Claro que utilizo KakaoTalk, pero no tiene ningún sentido que solo podamos chatear de esta forma. En Europa o Estados Unidos ni la conocen. Al final, todos acabamos descargándonos todas. Aunque, si alguien quiere hablar con alguien de aquí, ya sabe que solo hay una forma”, añade Hong.
El desarrollo de sus propias herramientas nada tiene que ver con países cercanos como China, donde la razón radica en el control de las comunicaciones y la sociedad. WhatsApp y Google, estemos en Seúl o en cualquier otra ciudad, funcionan sin problemas. La singularidad y el liderazgo tecnológico pesan más que el resto de motivos. Incluso cierto orgullo. Para un país asediado por tanta guerra, Naver y KakaoTalk aportan su impronta nacional ante siglos de invasiones. Grandes nombres de la tecnología quizás no sean muy bienvenidos en Corea, pero siempre nos quedará un Starbucks en el que tomarnos un café. Cosas de los coreanos.
Fuente: Retina El Pais