Un reciente estudio de la Universidad McMaster ha llamado la atención por su análisis acerca del impacto de carbono que genera la industria de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) que incluye la producción de computadoras portátiles, monitores y smartphones. En el año 2007, esta industria generó tan sólo el 1% de la huella de carbono a nivel mundial, sin embargo esta cifra se ha triplicado al día de hoy, y las estimaciones hacia el futuro no son nada alentadoras, pues se predice que podría alcanzar hasta el 14% para el año 2040, lo que significa la mitad de la huella de carbono que genera actualmente toda la industria del transporte.
A pesar de que la tendencia es cambiar los dispositivos grandes por pequeños aparatos que consumen mucho menos energía, el impacto ambiental continua empeorando. El problema radica en que los smartphones se han convertido en objetos casi desechables con un promedio de vida de dos años, mientras que entre el 85% y 95% de las emisiones totales de CO2 que generara el dispositivo se da en los primeros 2 años debido a su fabricación, y especialmente a la extracción minera de los materiales que encontramos en su interior. Esto quiere decir, que comprar un nuevo smartphone consume tanta energía como utilizar uno existente por toda una década.
Los smartphones son actualmente el segmento de mayor crecimiento de las TIC, pero al día de hoy, el mayor contaminante de esta industria son los servidores y centros de datos que se estima que representarán el 45% de las emisiones de este segmento para el año 2020. Esto se debe a que cada vez que publicamos en facebook, mandamos un tweet o hacemos una búsqueda en google, se requiere una computadora en alguna parte del mundo que procese todo en la nube. Aquí entra en escena nuevamente el uso desmedido de los smartphones y la creciente cantidad de aplicaciones que funcionan utilizando estos servidores.
A pesar de que la compra de nuevos dispositivos a disminuido (muy poco) en los últimos años y las compañías están buscando la forma de tener servidores más sustentables y fomentar el reciclaje de dispositivos electrónicos, los datos muestran que estamos muy lejos de lograr una producción sostenible en este sector. La mejor opción que como usuarios podemos optar por ahora, es pensar si realmente es necesario comprar un nuevo dispositivo, o podríamos ahorrar un poco de dinero y proteger el medio ambiente sólo cambiándole la batería y utilizándolo unos años más.
Fuente: GrenScreen