Un largo camino repleto de clics para evitar que recopilen tus datos, botones de aceptación luminosos y botones de rechazo mustios son algunas de los trucos que Google, Facebook y Microsoft usan para que les des tus datos.
El nuevo RGPD (Reglamento General de Protección de Datos Europeo), que entró en vigor el pasado mayo, ha supuesto un cataclismo para muchas empresas que recopilan datos habitualmente y trabajan con ellos para hacer publicidad u otro tipo de tratamientos, que ahora necesitan un permiso explícito. Entre las compañías que trabajan con datos de los usuarios destacan los gigantes tecnológicos, como Google o Facebook y también Microsoft.
Las prácticas de estas tres empresas para recoger datos han sido sometidas a examen por el Norwegian Consumer Council, una agencia gubernamental de Noruega dedicada a la protección del consumidor. El organismo ha comprobado cómo tanto Google como Facebook y, en menor medida, Microsoft utilizan trucos de diseño para construir dos caminos al usuario. Uno de ellos es el de aceptación de recogida de datos, que está allanado y listo para correr; el otro supone el rechazo a compartir tus datos, pero es tortuoso y cuesta arriba.
Según el estudio, estas compañías emplean configuraciones por defecto intrusivas para la privacidad del usuario, así como terminología que lleva a la confusión, esconden las opciones que favorecen a la privacidad y transmiten una ilusión de que el usuario tiene el control sobre su información.
El Norwegian Consumer Council señala en su informe que Google convierte el camino para salirte de su publicidad personalizada en una tarea tediosa, más de lo que debería ser, empleando múltiples páginas de texto, pasajes poco claros y opciones escondidas marcas por defecto. Es todo un entramado de diseño para evitar que los usuarios se salgan de este tipo de publicidad.
Si el usuario intenta desactivar los anuncios personalizados, según el estudio, aparece un pop-up donde se explica lo que ocurre cuando esto pasa. A continuación les pide a los usuarios que se reafirmen en su elección. Sin embargo, no se da ninguna información sobre los posibles beneficios de desactivar este tipo de publicidad. Para lograr la desactivación es necesario navegar a través de múltiples menús.
En lo que respecta a Facebook, la red social ofrecía un popup relativo al RGPD, donde la opción ‘Aceptar y continuar’ resultaba mucho más atractiva y menos intimidante que la inconclusa ‘Gestionar mi privacidad’. El camino de la aceptación consistía en cuatro clics. Así, el usuario consiente en que se le sirvan anuncios personalizados de terceros. Para evitarlo eran necesarios 13 clics.
El caso de Microsoft parece algo menos explícito. La recogida de datos en Windows 10 no se muestra tan agresiva. Aunque el informe también le saca peros. Si el usuario quiere evitar que el sistema le personalice la experiencia a partir de sus datos debe hacer clic en una bombilla con luz menguante, mientras que para aceptar se pincha en una bombilla resplandeciente. La compañía muestra siempre en la parte superior la opción de aceptación, que además está más destacada. Aunque el informe también precisa que con Microsoft el número de clics necesarios para rechazar son los mismos que para el proceso contrario.
Fuente: Tecnoxplora