Los eventos sobre innovación, nuevas tecnologías y transformación digital crecen como setas. Las aceleradoras de startups siguen el mismo camino. Casi no quedan grandes empresas de tecnología que no tengan la suya propia o que no organicen un evento para explicar en qué ha consistido la transformación digital de su modelo de negocio, cuáles son las últimas novedades de su desarrollo o predecir qué pasará de aquí a cinco años. El quid de la cuestión es diferenciar entre aquellas que presentan una innovación real y las que tiran de evento ynetworking solo como estrategia de marketing.
No es raro acumular, en una misma semana, invitaciones a eventos en los que se presenta una convocatoria de ayudas para emprendedores o se anuncia la creación de una aceleradora. Los datos son el nuevo petróleo. Hay que poner al cliente en el centro. La transformación digital también va de personas. Son lugares comunes que se repiten de evento en evento. ¿Sirven para algo?
Estas iniciativas permiten conocer más en profundidad la situación del emprendimiento y la innovación pero también conllevan un importante riesgo: el de creernos que con eso basta. Según advierte José López García de Leániz, CEO de la consultora Igeneris y experto en innovación en modelos de negocio, hay muchas empresas que han decidido emprender pero que se han quedado en “montar actos que permiten hablar y dar una imagen innovadora de su empresa pero que raramente se van a convertir en iniciativas que generen beneficios a medio y largo plazo”.
García de Leániz vive en su día a día esta situación. Su trabajo consiste en ayudar a otras empresas a transformar sus modelos de negocio. Ve de primera mano cómo algunas compañías con las que trabaja tienen esta inquietud por presentar sus innovaciones “cuando, en realidad, estas todavía no son tales”, asegura. “La transformación real pasa por innovar en los modelos de negocio y eso es una carrera de fondo”.
El atajo es un evento y una aceleradora. El camino largo y difícil es innovar en el modelo de negocio”.
José López García de Leániz, CEO de Igeneris.
A su juicio, el problema ahora es que, dada la creciente competencia entre compañías, el exceso de oferta y la gran velocidad a la que cambia el mundo, la capacidad de innovación de las empresas debe sofisticarse aún más y no limitarse a presentar nuevos productos o servicios. “Presumir en eventos es lo fácil. Tienes la sensación de que te estás quedando atrás, de que tienes que hacer algo y montas un evento para explicar cómo has diseñado tu app o creas una aceleradora para ganar tiempo. Intentas buscar atajos porque el cortoplacismo se impone”, asegura García de Leániz. Para seguir en la liga tienes que ser una empresa innovadora y tienes que serlo ya. Pero, aunque aparentar ser una empresa innovadora pueda sumar puntos como estrategia de marketing, lo cierto es que dificilmente se traduce en rentabilidad.
Además, este presumir de innovar pierde sentido cuando eres consciente de la cotidaniedad que implica mejorar la tecnología o los productos. “Innovar es algo que hacemos todos los días”, contaba Luis Martín Cabiedes, socio de Cabiedes & Partners durante el evento Techpreneurs, organizado por EL PAÍS RETINA. “Es como pagar el IVA, se hace todos los trimestres. Y no hacemos conferencias sobre como se paga el IVA. Es el pan nuestro de cada día”.
- ¿Se nos ha ido de las manos?
Aunque la quietud de agosto pueda hacernos pensar que este fenómeno no es para tanto, los datos lo dejan claro. The Cube, La Nave, WeWork, Lanau, por centrarnos en Madrid. Los centros de innovación, los espacios dedicados al networking y los que se comparten para trabajar son incontables y todos ellos también organizan eventos. Es tarea de titanes encontrar información actualizada sobre cuántos hay, en qué temáticas se centran y cuánto han crecido en los últimos años. Pero tomando algunos de los más destacados como ejemplo, podemos ver cómo a lo largo del año pasado se celebraron 504 eventos solo en Campus Madrid, uno de los centros neurálgicos del emprendimiento y la innovación en la capital, que también sirve como coworking y que tiene al gran Google como fundador.
Pero hay más. “Al menos un 70% de los eventos y las reuniones que se organizan por empresas externas en nuestros espacios tocan la innovación vinculada al aprendizaje, la gestión de talento y la educación”, detallan desde Impact Hub Madrid, una de las infraestructura de apoyo a proyectos emprendedores con más peso en la capital, otro de los gigantes en espacios para organización de eventos. Impact Hub nació en Londres en 2005 y ya se extiende por los cinco continentes. La programación que organizan para los miembros o abierta a todo el mundo va desde networking y conferencias hasta sesiones de orientación y talleres. “En todos ellos la innovación es un eje fundamental”, explica su departamento de prensa.
Fuente: Retina El Pais