Biofy es un proyecto de estudiantes de la Universidad de Málaga en España. Han diseñado una solución para transformar la basura plástica en un fuel oil ligero bajo en azufre.
Este derivado del petróleo se usa como combustible para grandes motores usados en la industria del cemento o metalúrgicas, petroquímicas, en maquinaria agrícola y en grandes barcos mercantes, aunque tambien se puede refinar para obtener gasolina, diésel o queroseno, por lo que su uso se podría extender a automóviles.
Ha sido galardonada como la mejor startup europea del año en el “European Enterprise Challenge 2018”.
El carburante de Biofy ya se ha probado con éxito, su materia prima es basura plástica que no se puede reciclar, retirándolos en el mejor de los casos de los vertederos, en el peor de los mares y océanos.
Son capaces de generar 7 litros de combustible por cada 10 kg de residuos a un precio de 0,17 euros/litro. Si sumamos los gastos logísticos (0,22 euros), su precio de venta podría ser de unos 0,40 euros/litro. Se podría incluso reducir el precio, ya que a mayor planta de producción menor precio.
Su idea es que hubiera una planta con tecnología Biofy en cada centro de reciclaje o vertedero, de manera que se pudiera aprovechar de forma local todos los residuos que de otra forma no se reciclan. Una zona sensible y que quiere invertir en este proyecto es Almería, donde tienen la necesidad de valorizar los plásticos de los invernaderos, que no se pueden reciclar.
Actualmente se encuentran buscando financiación para poder construir su primera planta piloto con la idea de producir 2 toneladas/día. Su coste es de 150.000 euros.
El equipo de Biofy está formado por los ingenieros Fernando Matías Canale y Daniel Gil-Félez Velazco, las expertas en marketing Melanie Carril Caccia y Victoria Rubio Sanchez, y el responsable de ventas Marcelo Alejandro Hornillos Paez.
Fuente: Ecoinventos