Invierten más y construyen más: así es como los países no pertenecientes a la OCDE han reemplazado a las economías ricas en el desarrollo de las energías renovables. En 2017 los países en desarrollo instalaron 94 GW de nueva capacidad renovable.
El hecho es que el sector de la energía verde está más interesado en las economías emergentes que en las naciones más ricas. En parte debido a los menores costes tecnológicos y a las nuevas políticas de apoyo a la energía verde, los países en desarrollo han asumido el papel de líderes en la transición energética.
Así lo confirman los datos de Climatescope 2018, el extenso informe de BloombergNEF, elaborado a través del estudio y análisis de más de 100 países del mundo. El documento -que, como cada año, ha sido firmado por el Departamento Británico para el Desarrollo Internacional- muestra cómo, en 2017, la nueva capacidad renovable y los fondos asignados a la misma se concentraron en países no pertenecientes a la OCDE.
El Climatoscopio 2018 habla de una “nueva capacidad energética cero en carbono” general, es decir, una nueva capacidad energética con cero emisiones CO2, una etiqueta que también incluye la energía hidroeléctrica y nuclear: en este frente, las economías en desarrollo han vencido a los ricos por 114 GW a 63 GW. Pero la mayor parte de la producción se debe a las “nuevas energías renovables”, es decir, la energía fotovoltaica y la eólica, que en 2017 representaban por sí solas 94 GW de la nueva capacidad en los países no miembros de la OCDE.
La cifra no es tan sorprendente si se tiene en cuenta que en estos territorios se han invertido, en un año, hasta 143.000 millones de dólares en la energía fotovoltaica, eólica, geotérmica y bioenergética. Al mismo tiempo, la nueva producción relacionada con el carbón ha disminuido en un 38% anual, añadiendo a la red “sólo” 48 GW de nueva potencia.
“Representa un buen cambio. Hace sólo unos años, había quienes decían que los países menos desarrollados no podían, o incluso no debían, ampliar la producción de energía con fuentes de cero emisiones CO2 porque eran demasiado caras”, explica Darío Traum, analista del BNEF y responsable del proyecto Climatescope. “Hoy en día, estos países están a la cabeza en lo que se refiere al despliegue de energía, la inversión, la innovación política y la reducción de costes.”
Uno de los datos más interesantes es, en muchos casos, la facilidad de instalación de las plantas renovables en comparación con los nuevos proyectos fósiles. Hasta la fecha, más de 35 mercados emergentes han organizado subastas de doble reducción para contratos de suministro de energía verde, incluyendo México (que recibió ofertas de 21 dólares por MWh para energía fotovoltaica) e India (41 euros por MWh para energía eólica), con un total de 140 GW sacados a concurso frente a los 41 GW de los países de la OCDE. Según las estimaciones del BNEF, el coste medio de la electricidad eólica y solar es actualmente inferior a 50 dólares por MWh en muchos países en desarrollo.
Fuente: Ecoinventos