El efecto termoeléctrico opera cuando un lado de un dispositivo termoeléctrico está más caliente que el otro lado, generando en tal caso energía eléctrica. El calor puede provenir del Sol o de otras fuentes, naturales o artificiales. También puede funcionar a la inversa: añadir energía eléctrica puede hacer que el lado más caliente se enfríe.
Un equipo que incluye, entre otros, a Junichiro Kono y Natsumi Komatsu, ambos de la Universidad Rice en Estados Unidos, así como a Yota Ichinose, de la Universidad Metropolitana de Tokio en Japón, ha inventado una clase de generadores termoeléctricos flexibles que podrían abastecer una chaqueta u otra prenda de vestir con electricidad suficiente para, por ejemplo, recargar pequeños dispositivos electrónicos o emitir luz a modo de linterna.
Conjuntos de nanotubos, de carbono, conforman las fibras que se cosen a la prenda.
En los primeros experimentos realizados por el equipo, se consiguió que una tela de algodón se mantuviera flexible pero al mismo tiempo fuese capaz de usar la citada diferencia de temperatura para generar a partir del calor la energía necesaria para energizar un LED.
Las mismas fibras de nanotubos podrían utilizarse también como disipadores de calor para refrigerar activamente con gran eficacia componentes electrónicos sensibles.
Kono y sus colegas exponen los detalles técnicos de su nueva tecnología, y de los experimentos realizados, en la revista académica Nature Communications, bajo el título “Macroscopic weavable fibers of carbon nanotubes with giant thermoelectric power factor”.
Fuente: noticiasdelaciencia.com