Islandia es un lugar con unas estadísticas de lo más llamativas. Ya sea por el clima o el carácter nacional, se trata del país con mayor número de escritores per cápita del mundo: uno de cada diez habitantes ha publicado un libro. También es, probablemente, el país del mundo que mayor proporción de energía renovable consume: casi el 100 % de su energía es de origen geotermal o hidráulico. Recientemente, ha batido otro récord: alojar la mayor planta dedicada al secuestro de carbono en todo el planeta. Sigue leyendo para saber más sobre el secuestro de carbono y las peculiaridades de la nueva planta islandesa.
Qué es el secuestro de carbono y cómo se consigue
Antes de adentrarnos en las gélidas latitudes árticas, aquí va una breve explicación acerca de esta técnica para reducir la presencia de dióxido de carbono atmosférico. El secuestro de carbono es una técnica que ayuda a reducir la temperatura global y mitigar el cambio climático, que consiste en capturar y almacenar dióxido de carbono (CO₂) de la atmósfera para reducir su concentración y mitigar los efectos del calentamiento global. Esta estrategia se ha vuelto crucial en los esfuerzos globales para cumplir con los objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos en el Acuerdo de París. ¿Y cuáles son las estrategias más habituales de captura y almacenamiento a largo plazo del dióxido de carbono?
Estas son las tres principales técnicas de secuestro de carbono en la actualidad:
- Captura y almacenamiento de carbono (CCS, por sus siglas en inglés). Esta técnica implica capturar el dióxido de carbono emitido por plantas industriales y de energía antes de que llegue a la atmósfera, transportarlo a través de tuberías y almacenarlo en formaciones geológicas subterráneas, como yacimientos agotados de petróleo y gas o acuíferos salinos, donde se puede retener de manera segura durante miles de años.
- Secuestro biológico. Consiste en utilizar procesos naturales para capturar y almacenar carbono. La reforestación, la gestión sostenible de suelos agrícolas y la restauración de ecosistemas marinos como manglares y praderas marinas son métodos clave que permiten que las plantas y los suelos absorban y retengan el dióxido de carbono de la atmósfera, que pasa a formar parte de la biomasa y el suelo de forma natural.
- Tecnologías de captura directa de aire (DAC, por sus siglas en inglés). Estas tecnologías de última generación emplean dispositivos mecánicos para extraer directamente el dióxido de carbono de la atmósfera. El CO₂ capturado se puede almacenar geológicamente o reutilizarse en la producción de materiales industriales y combustibles sintéticos, lo que ofrece una solución flexible y potencialmente ubicua para reducir las concentraciones atmosféricas de CO₂.
Mamut, la planta de secuestro de carbono de Islandia
De entre esas tres técnicas, Islandia ha apostado por la tercera. Es decir, emplear tecnologías DAC para capturar el carbono atmosférico. Bautizada como proyecto Mammoth (Mamut), la planta comenzó sus operaciones en mayo de 2024. Las instalaciones, diseñadas para capturar hasta 36,000 toneladas de CO₂ al año, la convierten en la mayor planta de su clase a escala mundial. Se trata de una tecnología aún incipiente, pero basta con pensar que su predecesora, la planta Orca, captura alrededor de 4,000 toneladas anuales.
Tal como se ha indicado, Islandia utiliza casi exclusivamente energía renovable en todos sus procesos. Y la planta Mamut no es una excepción, ya que emplea energía geotérmica de la central Hellisheidi para alimentar sus operaciones, lo que minimiza su huella de carbono. La captura de CO₂ se realiza a través de 72 unidades de recolección que filtran el aire, absorben el CO₂ y luego lo combinan con agua para inyectarlo en formaciones basálticas subterráneas. Aquí, el CO₂ reacciona con el basalto y se mineraliza, convirtiéndose en piedra y permaneciendo almacenado de manera permanente, tal como te contábamos en este artículo sobre mineralización de carbono.
La compañía suiza detrás del proyecto planea escalar esta tecnología para alcanzar una capacidad de captura de megatones para 2030 y de gigatones de CO2 para 2050, lo que podría ser un importante apoyo para cumplir con los objetivos climáticos globales. La tecnología ya ha despertado el interés de países como Noruega, Kenia, Canadá o EE. UU., entre otros. Como botón de muestra, este último país va a invertir más de seiscientos millones de dólares en el desarrollo de tecnologías para el secuestro de carbono.
Por ahora, el principal reto de la tecnología DAC es reducir sus costes y mejorar su eficiencia energética. Así, capturar una tonelada de CO₂ cuesta alrededor de mil dólares, pero se espera que esta cifra se reduzca a trescientos de aquí al año 2030. Mientras tanto, por supuesto, habrá que seguir avanzando en la reducción de emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero a través de las energías renovables.
Fuentes:
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Secuestro de carbono: Islandia acogerá la mayor planta del mundo. (s. f.). IMNOVATION. https://www.imnovation-hub.com/es/ciencia-y-tecnologia/secuestro-carbono-planta-islandia/?_adin=132415900