Desde hace algunos años hemos escuchado el término de Inteligencia Artificial (IA). La gente al escuchar esto lo relaciona automáticamente con la robótica y tienen mucha razón. En esta ocasión nos vamos a enfocar más en la IA que nos acompaña día a día y que usamos sin darnos cuenta; ejemplo de ello es nuestro teléfono inteligente o smartphone.
¿Pero cómo es posible que en algo tan pequeño exista inteligencia artificial? La respuesta viene desde 2017, cuando Huawei presentó el primer smartphone que integraba una NPU o Neural Processing Unit, que le daba la capacidad de asumir tareas que requirieron IA dentro del mismo dispositivo. Anterior a esto, la IA se procesaba mediante la nube (lo cual requería una conexión a Internet). Las ventajas que trajeron el integrar IA dentro de un smartphone fue que se lograba un mayor rendimiento, es hasta 25 veces más rápida y hasta 50 veces más eficiente energéticamente.
Uno de los ejemplos más recientes es la NPU utilizada por el Huawei Mate 10 Pro, que es capaz de procesar 200 fotos en seis segundos, mientras que, si tuviera que hacer el mismo proceso, con una CPU tardaría 120 segundos. Tiene mejor autonomía en la batería y sobre todo la capacidad de aprender los hábitos del usuario logrando así tener una mejor experiencia de uso en el dispositivo.
Por eso en algunos casos se deja de hablar de “procesamiento” y se empieza a hablar de “Inteligencia artificial”.
Contar con Inteligencia Artificial en una NPU mejorará el rendimiento de cualquier terminal, reducirá el consumo de la batería, otorgará una mayor seguridad y añadirá funciones adicionales a la cámara. Asimismo podrá aprender de nuestros hábitos y se ajustará a cualquier parámetro para que nuestro dispositivo esté siempre en estado óptimo de funcionamiento.
La IA no sólo se limita a dispositivos móviles, existen grandes compañías como IBM las cuales tiene una gran experiencia en el ámbito de cómputo por Inteligencia Artificial. Watson, quien es propiedad de IBM se conoce como una de las IA más avanzadas del mundo logrando integrarse en múltiples servicios tales como la investigación científica, procesos de ingeniería, investigaciones militares e incluso esta IA puede integrarse en un chat de alguna página web de servicios.
Este tipo de IA utiliza algo llamado Deep Learning, lo que en pocas palabras quiere decir que tiene la capacidad de resolver situaciones en las cuales nunca se tuvo conocimiento previo, lo que al contrario con la IA de los dispositivos móviles estos usan Machine Learning lo cual requiere recabar datos previos para ir anticipando las conductas futuras y así ir creciendo eventualmente.
Por el momento los dispositivos móviles no cuentan con Deep Learning ya que esto requiere cálculos mucho más complejos y por pura obviedad requiere un gasto energético mucho mayor. No se descarta que en algún momento alguien nos dé la sorpresa con esta característica en un smartphone, pero por ahora solo tenemos que esperar.
Fuente: 24 Horas